Crisis en Ciudadanos Andalucía por el bajo perfil en la Junta
Diputados autonómicos del partido piden la dimisión de su portavoz
El tira y afloja en Ciudadanos Andalucía va a más. Las discrepancias entre sus dirigentes por el papel que desempeñan en el Gobierno andaluz de coalición con el PP han saltado de los ámbitos cerrados a los periódicos en un partido donde las críticas internas casi nunca tienen nombre y apellidos y se mueven más cómodas en el ámbito de los cuchicheos.
Desde hace unos meses, los reproches por el escaso protagonismo y el bajo perfil político de los consejeros de Ciudadanos en el Gobierno andaluz han ido subiendo. “No hay perfil propio, no se nos ve, no se sabe cuál es nuestra posición sobre...
El tira y afloja en Ciudadanos Andalucía va a más. Las discrepancias entre sus dirigentes por el papel que desempeñan en el Gobierno andaluz de coalición con el PP han saltado de los ámbitos cerrados a los periódicos en un partido donde las críticas internas casi nunca tienen nombre y apellidos y se mueven más cómodas en el ámbito de los cuchicheos.
Desde hace unos meses, los reproches por el escaso protagonismo y el bajo perfil político de los consejeros de Ciudadanos en el Gobierno andaluz han ido subiendo. “No hay perfil propio, no se nos ve, no se sabe cuál es nuestra posición sobre las propuestas de Vox”, se quejan de manera anónima algunos diputados y dirigentes en una crítica abierta al coordinador de Ciudadanos Andalucía y vicepresidente de la Junta, Juan Marín, en guerra con el que fuera secretario de Organización de Albert Rivera y senador por la comunidad autónoma, Fran Hervías, uno de los pocos dirigentes de la etapa anterior que mantiene una tribuna pública.
Ha sido precisamente un tuit de Hervías el desencadenante de esta crisis. Hervías calificó el pasado 2 de octubre de purga los cambios en el Instituto Andaluz de la Juventud, que estaba bajo el control de la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, a la que Marín pretendió destituir. Al portavoz parlamentario, Sergio Romero, le gustó el tuit y así lo hizo saber; pero nada al vicepresidente de la Junta.
Marín, según varias fuentes, “orquestó” una pequeña rebelión en la reunión del grupo parlamentario celebrada el miércoles. El diputado de Cs y miembro de la Mesa del Parlamento, Julio Díaz, pidió de manera alambicada la dimisión de su portavoz: “Alguien que le ha dado me gusta al tuit que denuncia una purga tendría que dimitir”, dijo, según ponen en su boca asistentes a esa reunión a la que acudió el vicepresidente andaluz. La reunión, según adelantó El Confidencial, fue muy tensa y hubo discusiones y en voz alta. La mayoría de los 21 diputados del grupo Ciudadanos se negaron a dar su versión escudándose en las prohibiciones de las normas del partido a las que están obligados. Fuentes de Cs aseguran que los diputados discordantes con su portavoz no llegan a cuatro.
El vicepresidente de la Junta, pese a estar en la misma sala de la reunión, dijo a los periodistas que ni oyó voces, ni tampoco a nadie reclamar la dimisión de su portavoz. “No estoy pendiente de las cuestiones internas, no tengo nada que ver con los ceses, no tengo poder orgánico”, se escudó cuando se le preguntó. También admitió que no fue informado del principio de acuerdo entre el alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), con el grupo municipal de Cs para garantizar la estabilidad en el principal Ayuntamiento gobernado por los socialistas. En Málaga, Cs apoya al alcalde del PP; y en Granada, el PP apoya al de Cs, pese a tener solo cuatro concejales.
Marín fue muy criticado por los suyos cuando pretendió forzar una crisis de Gobierno antes del verano para ampliar el número de consejerías, una demanda a la que se negó el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno (PP). Lo más que obtuvo fue un trasvase de competencias de unas consejerías a otras en las que el PP además resultó beneficiado y que provocó el enfado de los consejeros de Ciudadanos.
Fuentes de la dirección nacional de Inés Arrimadas niegan importancia a lo ocurrido –"es una pequeña vendetta de algunas vocecitas", aseguran- y creen que la disputa es un eco de la batalla que sufrió Cs Andalucía cuando Marín y el actual alcalde de Granada, Luis Salvador, disputaron la candidatura a la presidencia de la Junta. En el fondo, la situación actual se parece a la de entonces porque hay dirigentes que se están ya posicionando para aspirar a ese cargo.
El partido de Arrimadas en Andalucía, según el último CIS andaluz, no saca ninguna ventaja de su presencia en el Gobierno. Ahora es tercera fuerza y pasaría a ser la cuarta fuerza política, por detrás de Vox. El partido de Marín pierde, según el sondeo, 6,4 puntos: del 18,3% obtendría el 11,9% y los 21 escaños actuales se moverían en una horquilla de 13-14. A la pregunta de qué partido puede dar mejor respuesta a los problemas de la comunidad, Ciudadanos aparece en último lugar, superado por Podemos, Vox, PSOE y PP.