Ciudadanos no vale para los Presupuestos
El Gobierno asume que las cuentas solo saldrán con el bloque de la investidura. Arrimadas exige que entre el PP para apoyar el cuadro financiero
La votación de la última prórroga del estado de alarma tendrá este miércoles un resultado soñado para el Gobierno: un mínimo de 171 síes, que muy probablemente llegarán a 176, el número mágico de la mayoría absoluta, con la suma de algunos grupos pequeños. Y menos de 150 noes. En enero, ...
La votación de la última prórroga del estado de alarma tendrá este miércoles un resultado soñado para el Gobierno: un mínimo de 171 síes, que muy probablemente llegarán a 176, el número mágico de la mayoría absoluta, con la suma de algunos grupos pequeños. Y menos de 150 noes. En enero, en la investidura, Pedro Sánchez tuvo 167 síes y 165 noes. La incorporación de los 10 escaños de Ciudadanos a ese bloque inicial es el escenario ideal para La Moncloa.
Pero nadie se engaña ni en el Gobierno ni en la formación de Inés Arrimadas: este voto es un espejismo que no podrá consolidarse como una nueva mayoría y sobre todo no servirá para los Presupuestos, la votación más importante del año, que llegará previsiblemente en octubre.
En el Gobierno son muy conscientes de que Ciudadanos ha hecho un giro estratégico importante, pero no tan fuerte como para convertirse en un socio, que es lo que sucedería si aprobara las cuentas. El Ejecutivo da la bienvenida al apoyo del grupo de Arrimadas y seguirá negociando con él todas las leyes posibles, pero es consciente de que su estabilidad política sigue dependiendo del bloque de la investidura, según coinciden varios ministros.
Por eso, todos, incluido el presidente, trasladan ahora una gran satisfacción por el regreso de ERC a la mayoría. Saben que sus votos volverán a ser necesarios cuando lleguen las cuentas al Congreso. En el grupo de Arrimadas señalan que solo apoyaría esas cuentas si hubiera un verdadero pacto de reconstrucción que incluyera al PP, algo que ahora mismo se antoja inviable.
En el Gobierno hay sectores que empujan más a favor de acuerdos con Ciudadanos, sobre todo para moderar el perfil del presidente y porque creen que eso le favorece en las encuestas. Otros, más a la izquierda, plantean más reticencias, pero unos y otros coinciden en que es muy difícil, más bien imposible, compatibilizar el apoyo del PNV y de Ciudadanos en unos Presupuestos.
Lo resumió Andoni Ortuzar, líder del PNV, con una de sus frases lapidarias, cuando le preguntaron si es compatible pactar con ambos a la vez: “No se puede soplar y sorber al mismo tiempo”.
La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, consciente de esa nueva realidad, volvió a incluir a ERC como “socio prioritario”, un término que el Ejecutivo había abandonado. “Ahora todos estamos obligados permanentemente a pactar en una especie de geometría variable, pero con socios prioritarios que son los que hicieron posible la investidura de Sánchez”, sentenció.
Nadie se cierra pues al apoyo de Ciudadanos, ni siquiera en Unidas Podemos —el ministro Alberto Garzón dijo que estaría “cómodo” si se pactaran los Presupuestos con ellos—, pero en los dos lados lo ven muy improbable.
Ciudadanos está muy satisfecho del resultado de su giro estratégico. “El PP, desde el no, no sé qué ha conseguido para los españoles. La pregunta es: ¿quién ha generado más erosión en el Gobierno, y quién lo ha cohesionado más?”, inquiere uno de los dirigentes más próximos a la presidenta de Cs. En la cúpula notan además que el partido está empezando a remontar poco a poco en las encuestas. Pero su respaldo a las prórrogas, insisten, no busca en ningún caso cambiar las mayorías. “No estamos recomponiendo las alianzas del Gobierno, estamos pensando en los 30.000 muertos”, enfatizan fuentes de la dirección. Podrá haber más acuerdos con el Ejecutivo, porque la decisión de buscar el centro es clara en la nueva etapa tras el liderazgo de Albert Rivera, pero Cs no se ve replicando la mayoría de la sexta prórroga para aprobar unos Presupuestos generales.
Ciudadanos mantiene la mano tendida a negociar unos Presupuestos “para la reconstrucción”, como ofreció Arrimadas a Sánchez el pasado marzo, pero en su entorno dejan claro que solo participarían en un acuerdo que tuviera un apoyo parlamentario muy amplio y del que formara parte también el PP. “Queremos unos Presupuestos generales de reconstrucción con un mínimo de 221 votos a favor. El PP debería participar de esto, porque en el caso de no hacerlo no estaríamos hablando de unas cuentas de reconstrucción. No vamos a participar en unos Presupuestos con la mayoría de la prórroga”, subraya un dirigente de la máxima confianza de Arrimadas. En esas condiciones, y con un PP que vota no incluso a una prórroga de la alarma, nadie ve viable unos Presupuestos con una mayoría distinta a la de la investidura.
Arrimadas tiene también que gestionar las dudas internas de esta posición pactista: su entorno está convencido, pero este martes en los chats internos de la dirección ampliada se expresaron voces contrarias al acuerdo. Algunos líderes territoriales como el andaluz, Juan Marín, o el valenciano, Toni Cantó, vienen discrepando las últimas semanas internamente de la posición del partido de respaldar todas las prórrogas del estado de alarma. Los pactos con el Gobierno se han decidido solo en la ejecutiva permanente, formada por siete dirigentes de la confianza de Arrimadas, sin que se haya reunido la ampliada, con 40 miembros.