EH Bildu ya compite con el PNV por ver quién logra más beneficios para Euskadi
Su pacto con el PSOE mejora la financiación de las entidades locales contra el coronavirus y el endeudamiento en Euskadi y Navarra
Al PNV le ha salido un competidor. La izquierda ‘abertzale’ cerró ayer un acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez que cuestiona la exclusividad del PNV a la hora de influir, desde Euskadi, en la política nacional. Un acuerdo que además se produce ...
Al PNV le ha salido un competidor. La izquierda ‘abertzale’ cerró ayer un acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez que cuestiona la exclusividad del PNV a la hora de influir, desde Euskadi, en la política nacional. Un acuerdo que además se produce en plena precampaña para las elecciones del 12 de julio y que abre una carrera con su principal adversario político, el partido de Andoni Ortuzar, para ver quién logra más beneficios para la comunidad vasca y el “resto de la clase trabajadora del Estado”, en palabras de Arnaldo Otegi. “Estamos en política para cambiar las cosas inaceptables, no para aceptar lo que no se puede cambiar”, ha dicho en una convocatoria telemática de urgencia.
El acuerdo sobre la derogación de la reforma laboral fue matizado después de firmado, pero EH Bildu ha arrancado, además, un pacto para elevar el techo de la deuda en las instituciones vascas y Gobierno de Navarra, que además excluye los gastos sociales de los ayuntamientos contra los efectos de la pandemia de la regla de gasto, un porcentaje que fija la Administración central y que ninguna corporación puede superar. El líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha saludado este jueves a “toda la clase trabajadora del Estado español” con un tuit en el que ha subrayado que lo que les une con la clase trabajadora española "no es la pertenencia a una nación, sino a una clase”.
Otegi ha aclarado que lo “firmado es lo firmado y que no va a negociar un nuevo acuerdo” con el Gobierno en el que quede reflejada la matización que ha hecho el PSOE sobre una reforma más limitada. “Vamos a hacer todo lo que esté en nuestra mano para que se cumpla lo firmado”, ha asegurado este jueves.
Si en la anterior prórroga, la primera semana de mayo, el PNV arrancó al Gobierno una serie de beneficios ―la denominada cogobernanza en la desescalada, una cesión en el mando único de la presidencia del Gobierno, además de las garantías para celebrar las elecciones autonómicas en País Vasco, o la inclusión de Treviño (territorio de Castilla y León) en el plan de desconfinamiento del Gobierno vasco―, en esta EH Bildu ha mejorado la caja de los ayuntamientos vascos.
El poder local, en el que se libran las batallas del día a día, es para EH Bildu el principal sustento de su crecimiento, no solo en Euskadi, sino también en Navarra. De hecho EH Bildu logró en las anteriores elecciones municipales 117 alcaldías en las dos comunidades, 83 en el País Vasco y 34 en la Comunidad Foral de Navarra. El PNV logró 123 gobiernos municipales, aunque su extensión en Navarra no es con sus siglas, sino a través de la coalición Geroa Bai.
Anasagasti: “No se puede bailar con cuatro chicas en el mismo baile”
El PNV todavía no ha ofrecido una versión oficial sobre el contenido y alcance del acuerdo en el Congreso, pero el exdiputado del PNV, Iñaki Anasagasti ya ha adelantado que Pedro Sánchez está agrandando el nivel de desconfianza a su alrededor. “No se puede bailar con cuatro chicas en el mismo baile”, ha dicho de forma gráfica en un debate en el Boulevard de Radio Euskadi, en referencia a que el PNV sigue siendo un socio prioritario de Sánchez, pero además en esta prórroga, consolidó su mayoría con el apoyo de Ciudadanos. La andanada de la izquierda abertzale al PNV tiene más calado al haberse fraguado cuando el apoyo de EH Bildu no era definitivo para garantizar la nueva prórroga y cuando los republicanos catalanes, ERC, su socio estratégico, retiró ayer su apoyo al Gobierno en la votación para ampliar 15 días más el estado de alarma.
El mensaje de que sus cinco escaños en el Congreso pueden ser útiles para devolver beneficios económicos y sociales a Euskadi va directo a la línea de flotación del PNV, ya que es la misma estrategia que utilizan los nacionalistas. Un pacto que además llega cuando se abre la posibilidad de que la campaña sea más reducida, aunque los partidos, a 51 días vista de las elecciones autonómicas, ya están inmersos en ella.
La advertencia de la izquierda abertzale de que afrontaba esta legislatura en el Congreso decidido a convertirse en “un actor político” está creciendo desde el apoyo que ofrecieron en abril de 2019 a algunos de los decretos del Gobierno de Pedro Sánchez que aprobaban en los denominados viernes sociales. EH Bildu fue definitiva para que salieran aprobados los cambios en igualdad para ampliar el permiso de paternidad de cinco a ocho semanas, para la aprobación del conjunto de iniciativas en el ámbito laboral que incluyen el subsidio para mayores de 52 años, o el cambio de la estrategia de vivienda y alquiler, entre otras.