Villarejo guardaba en su casa “documentos oficiales” de Arabia Saudí dirigidos a empresarios españoles
El magistrado García Castellón vincula parte de la información incautada con los audios de Corinna Larsen sobre las supuestas mordidas en la construcción del AVE a La Meca
El registro del domicilio de José Manuel Villarejo, epicentro de la macrotrama de corrupción policial conocida como Operación Tándem, deparó muchas sorpresas a los investigadores. Entre la enorme cantidad de papeles, audios y archivos digitales que el comisario jubilado guardaba en su casa, los agentes hallaron “documentos oficiales del Reino de Arabia Saudita relacionados con varias cartas de invitación para empresarios españoles”, según indica en un reciente auto el magistrado Manuel García-Castellón, responsable del Juzgado Central...
El registro del domicilio de José Manuel Villarejo, epicentro de la macrotrama de corrupción policial conocida como Operación Tándem, deparó muchas sorpresas a los investigadores. Entre la enorme cantidad de papeles, audios y archivos digitales que el comisario jubilado guardaba en su casa, los agentes hallaron “documentos oficiales del Reino de Arabia Saudita relacionados con varias cartas de invitación para empresarios españoles”, según indica en un reciente auto el magistrado Manuel García-Castellón, responsable del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional.
En su escrito, fechado el pasado 24 de abril y al que ha tenido acceso EL PAÍS, el juez apenas entra en detalles y no da nombres. Pero sí recalca que parte de este contenido ya se ha incorporado al sumario y que estos datos “pudieran afectar a otra pieza separada declarada secreta”. Además, el magistrado añade que otra parte de esta documentación incluye “información confidencial” relacionada con la Pieza Carol, una línea de investigación que se abrió tras difundirse unos audios de Corinna Larsen, la antigua amiga íntima de Juan Carlos I, donde hablaba del reparto de mordidas en la construcción del AVE a La Meca.
Sobre esta segunda derivada, Larsen ya declaró al Ministerio Público español que nunca participó de esas presuntas comisiones irregulares a empresarios y aseguró que solo supo de los sobornos por terceros. Pese a ello, esa línea de las pesquisas aún colea. Y no solo en España. El fiscal suizo Yves Bertossa investiga en el país helvético un presunto delito de blanqueo de capitales de la antigua amiga del rey emérito relacionado con el supuesto cobro de comisiones ilegales por la obra del AVE a la Meca, llevada a cabo por un consorcio de empresas españolas encabezadas por OHL. En sus pesquisas, Bertossa ha descubierto una supuesta donación multimillonaria recibida en 2012 por Larsen desde una cuenta suiza y ella asegura que se trata de una donación de Juan Carlos I a ella y a su hijo.
Estas averiguaciones han estrechado la colaboración entre los investigadores suizos y españoles, que han intercambiado información. Aunque la Audiencia Nacional cerró la Pieza Carol en septiembre de 2018 al no haber entonces indicios suficientes contra el rey emérito y al considerar que era inviolable cuando supuestamente cometió las irregularidades, la Fiscalía Anticorrupción mantiene vivas unas diligencias. Y el magistrado García-Castellón pidió a principios de este año a Bertossa los datos sobre la supuesta donación que Larsen atribuye a Juan Carlos I.
La Operación Tándem estalló en noviembre de 2017 con el arresto de Villarejo, que se encuentra en prisión provisional desde entonces. Como línea principal de las pesquisas, la Audiencia Nacional investiga una macrotrama de corrupción que ya implica a antiguos mandos de las altas esferas de la Policía Nacional, del Ministerio del Interior durante la etapa de Jorge Fernández Díaz (PP) y a empresarios. Los agentes sospechan que el comisario jubilado utilizaba su privilegio de acceder a información privilegiada para venderla a cambio de cantidades millonarias. Aunque, a parte de eso, este caso ha sacado a luz pública los oscuros tejemanejes del poder.
Este viernes, EL PAÍS también ha desvelado que Arturo Fasana, gestor de una cuenta suiza de Juan Carlos I, relató al fiscal del país helvético que el rey emérito le entregó en Ginebra en 2010 un total de 1,9 millones de dólares (1,7 millones de euros) que había recibido como donación del rey de Bahréin. Todo ello consta en la comisión rogatoria enviada a García-Castellón donde, precisamente, se informa de la donación de Arabia Saudí de 100 millones de dólares (65 millones de euros al cambio de entonces) a una cuenta suiza del antiguo jefe del Estado español.