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Los 12 nuevos pueblos más bonitos de Italia

De la dócil Bellano,a orillas del lago de Como, a la aguerrida y fortificada Nocera Umbra, en Perugia. La Asociación de los Pueblos Más Bonitos de Italia suma ya 325 poblaciones que atesoran un rico patrimonio histórico y artístico

La Asociación de los Pueblos Más Bonitos de Italia (I Borghi più belli d’Italia) acaba de incorporar 12 nuevas poblaciones a un listado que suma ya 325 localizaciones a lo largo y ancho de la geografía del país. Su valioso patrimonio histórico, artístico y cultural les ha hecho merecedores de formar parte de este prestigioso club, cuyo fin no es otro que promocionar el turismo y preservar el rico legado que atesoran. Se trata de lugares, en palabras de la asociación, que constituyen “la verdadera columna vertebral de Italia”. Si arrancamos el recorrido en el norte de la bota, la región de Trentino-Alto Adigio, fronteriza con Austria y Suiza, aporta dos pueblos: Luserna y Pieve Tesino, separados entre sí por tan solo 55 kilómetros. El primero es una pequeña aldea alpina a 1.300 metros de altitud en la que el tiempo parece haberse detenido. Sus escasos 300 habitantes cuentan con la particularidad de comunicarse en cimbrio, un dialecto alemán con raíces bávaras y tirolesas. Una isla lingüística en medio de una de las cordilleras montañosas más impresionantes de Europa.Daniele Bisognin (getty images)
Pieve Tesino, en la provincia de Trento, es el pueblo donde nació el estadista Alcide De Gasperi (1881-1954), uno de los padres fundadores de la Unión Europea. Se puede visitar su casa-museo, así como un acogedor jardín botánico. Otro museo interesante es el dedicado a los vendedores ambulantes, muchos de los cuales tuvieron aquí su origen. Un gremio de artesanos que siglos atrás recorrió toda Europa vendiendo sus estampas y grabados. Los edificios y fachadas de Pieve Tesino (algunos del siglo XVI) aún conservan el testimonio de ese intenso e ilustre pasado. Este coqueto pueblo de 700 habitantes descansa sobre la ladera del monte Silana (de 1.656 metros), que lo defiende de los vientos del norte, y en sus alrededores se puede disfrutar de multitud de actividades al aire libre, como la escalada deportiva, el tiro con arco y el esquí.Simon Bourne (alamy)
En la región de Lombardía (en el noroeste del país), en la provincia de Lecco, encontramos Bellano, una pequeña localidad de 3.000 habitantes recostada sobre la orilla oriental del lago de Como. Sus calles estrechas y edificios coloridos compiten en belleza con su puerto deportivo, desde donde se pueden admirar otros municipios vecinos que se asoman también al famoso lago, como Bellagio o Menaggio. Antes de embarcar en alguno de los ferris que recorre esta aristocrática laguna de villas barrocas y renacentistas, merece la pena visitar el paraje natural Orrido di Bellano, un profundo desfiladero rocoso por donde discurre, entre barrancos y cuevas, el caudal del río Pioverna, formando espectaculares saltos de agua que tallan la roca, hasta desembocar en el lago de Como. El pintor alemán Johann Jakob Wetzel (1781-1834) lo describió como "un teatro de belleza y miedo, [desde el cual] se escucha un ruido similar al de un trueno". Un sistema de pasarelas ancladas a los muros permite disfrutar del espectáculo en esta antigua central hidroeléctrica. La entrada cuesta 5 euros y la visita se prolonga una media hora.Simone Polattini (alamy)
Encaramado a una colina con vistas al mar y a la campiña, Campiglia Marittima es uno de los pueblos más bellos de la costa etrusca, la franja de 85 kilómetros que va desde Livorno hasta Piombino. La historia de este pueblo medieval del Val di Cornia, en la Toscana, está marcada por la presencia de yacimientos minerales donde se ha extraído desde la antigüedad cobre, plomo y plata. Esta antigua fortaleza medieval conserva su recinto amurallado que protege el casco histórico, repleto de arcos de piedra, plazas, callejuelas y pasadizos empedrados donde despuntan tiendas de artesanías, museos y tabernas típicas. Y aún perduran vestigios arquitectónicos de la opulencia de los Médici, que dominaron la República de Florencia durante el siglo XV. Desde esta atalaya privilegiada se otea un horizonte de golfos, acantilados e islas; accidentes geográficos del mar Tirreno como el acantilado de Argentario y el golfo de Baratti. Cuando el cielo lo permite, la vista alcanza hasta las costas del norte de Córcega.Roberto Nencini (alamy)
A 60 kilómetros de Roma se encuentra Castelnuovo di Porto, una villa medieval de 8.600 habitantes que resulta atractiva por su cercanía a la capital italiana y por conjugar elementos históricos, como el Palazzo Ducale, más conocido como Rocca Colina (una joya renacentista), con la naturaleza del vecino parque regional de Veio, que cubre casi 15.000 hectáreas de terreno de alto valor paisajístico que se puede descubrir en los 99 kilómetros de senderos habilitados, siendo el más importante la llamada Via Francigena. En su entorno de bosques, arroyos y desfiladeros habita una rica avifauna, entre las que destaca el pájaro carpintero verde (Picus viridis), ranas (Rana italica), sapos (Bufo bufo) y un anfibio presente solo en Italia: la salamandra de copas (Salamandrina perspicillata).Stefano Valeri (alamy)
En lo más alto de un promontorio rocoso, en el corazón de la región de los Abruzzo, se alza este pequeño borgo medieval presidido por el imponente castillo ducal que alberga la torre del Olivo, del siglo XII, y un museo con piezas de arte griego, etrusco y bizantino, muchas recuperadas de las excavaciones realizadas en una villa romano-bizantina próxima al pueblo. En verano, Crecchio alberga festivales que recrean la atmósfera medieval, con juegos y comidas de aquella época. Igual de evocador es darse un paseo por el pueblo, jalonado de hermosas casas de piedra perfectamente restauradas. En sus calles y plazas será difícil encontrar un papel tirado en el suelo pero sí, en cambio, composiciones florales que ensalzan su belleza. El teatro, semioculto detrás de una plaza, es otro inesperado hallazgo para el viajero más inquieto.Massimo Dallaglio (alamy)
Petritoli, en la provincia de Fermo, parte de la región de las Marcas, domina el verde y fértil valle de Aso entre olivos, moreras y colinas con una vista espectacular que va desde los montes Sibilinos hasta la costa del Adriático. El pueblo, de 2.500 habitantes, alberga iglesias y conventos ricos en obras de arte y edificios señoriales transformados en museos. Pero sobre todo es conocido como el pueblo de las bodas, por la multitud de enlaces que aquí se celebran. La localidad es una bella postal repleta de encantadoras vistas y rincones: desde el teatro de la Iride hasta la Piazza della Rocca; desde el espléndido balcón de la Torre Civica hasta el Orto dell'Asilo, miradores que regalan un panorama único de la naturaleza exuberante que envuelve a Petritoli.alamy
Con algo menos de 6.000 habitantes, Nocera Umbra, en la provincia de Perugia —en el centro de la península italiana—, está protegida por unas imponentes murallas, con su inexpugnable fortaleza en lo alto rodeada de torres. Conserva un sugestivo centro medieval dominado por una torre cívica que data del siglo XI, reconstruida tras el devastador terremoto del 26 de septiembre de 1997. Al recorrer su centro histórico también se contempla la iglesia de San Francisco, del siglo XIV, que alberga la Pinacoteca y el Museo Cívico, que contiene valiosas obras de arte. Nocera Umbra es famosa, sobre todo, por sus aguas minerales, en particular las del manantial Angelica, que fluye en el antiguo balneario de Bagni di Nocera.Andrea Pistolesi (getty images)
A 55 kilómetros de Bari, la capital de la región de Apulia (Puglia), en el sureste de Italia, emerge un paisaje inesperado, el que conforman los más de 1.500 trulli de Alberobello, unas pintorescas construcciones en forma de colmena y rematadas por pináculos blancos que son patrimonio de la Unesco desde 1996. Alberobello, en el valle de Itria, es una visita obligada para todo aquel que recorra el tacón de la bota, donde lo monumental cede el paso a la autenticidad, la sencillez y la pura esencia mediterránea. Cuando en el siglo XV se repobló esta tierra azotada por los turcos, se cree que el noble feudal Guercio de Apulia mandó construir las casas con piedra pero sin mortero para que parecieran inacabadas y así evitar el pago de impuestos al virrey español de Nápoles. Históricamente se utilizaban para los campesinos como refugios temporales o para los pequeños propietarios como viviendas, caracterizándose por una estructura rectangular con tejado piramidal. Ahora albergan en su interior casas, bares y tiendas, que en verano reciben un aluvión de turistas.Paul Williams (alamy)
Sicilia, la isla más grande del Mediterráneo, aporta 22 localidades de su extensa geografía al catálogo de belleza rural que promociona la Asociación de los Pueblos Más Bonitos de Italia. Las dos últimas incorporaciones son Buccheri y Calascibetta. El primero se ubica en la provincia de Siracusa y es famoso por la producción de aceite de oliva en el corazón de los montes Iblei. De hecho, la enogastronomía es uno de los puntos fuertes de este municipio, también reconocido como uno de los mejores destinos culinarios de Italia. En primavera se celebran dos eventos importantes: el Passiu Santu, vinculado a la Semana Santa, y el Sentieri di maggio, con itinerarios temáticos. Con la llegada del estío, se convierte en un coqueto pueblo que atrae a muchos turistas por sus actividades al aire libre, favorecidas por las plácidas noches del verano siciliano.Riccardo Colelli (getty images)
En el corazón de Sicilia encontramos Calascibetta, el clásico pueblo siciliano aupado a lo alto de una montaña. En sus alrededores se pueden visitar varios yacimientos arqueológicos (Canalotto, Cozzo di San Giuseppe y Via Carcere) y necrópolis (Calcarella, Realmese, Valle Coniglio y Malpasso). De origen árabe -su nombre significa "el castillo en la cima de la montaña" -, Calascibetta fue una de las 57 ciudades con comunidad judía en Sicilia desde 1350 hasta 1492. Paseando por sus calles podremos visitar la iglesia Matriz, dedicada a Santa Maria Maggiore, construida sobre las ruinas del castillo y nombrada Capilla Real Palatina por el rey Pietro II de Aragón; o la iglesia de San Pietro, situada en el monte Tíbet, con cinco naves e impresionantes columnas de piedra. No es una obra de arte, pero sí un icono: el Fiat 500, que comenzó a fabricarse en 1957, tiene en este pueblo un pequeño museo (de acceso gratuito) que, además de albergar varios modelos de este automóvil enraizado en la memoria colectiva de varias generaciones de italianos, cuenta con paneles explicativos que ayudan a revivir su historia y, de paso, la de un país entero.Flavio Vallenari (getty images)
El archipiélago de La Maddalena se halla frente a la costa noreste de Cerdeña y es un espacio protegido integrado por siete islas (Maddalena, Caprera, San Stefano, Spargi, Budelli, Santa Maria y Razzoli) y cerca de 60 islotes rocosos. La Maddalena es la más grande y la única habitada. Sus playas de arena blanca bañadas por aguas de color zafiro son un reclamo permanente para el turismo y para los buceadores que exploran su rico fondo marino. Una carretera panorámica de 20 kilómetros rodea esta islita y facilita el acceso a varias ensenadas muy bellas: Testa del Polpo, Cala dello Spalmatore o la playa dei Monti dell'Arena, entre otras. Los monumentos más destacados de esta localidad sarda, antigua base militar de EE UU, son la iglesia de Santa Maria Maddalena y la columna Garibaldi, un homenaje al militar artífice de la unificación de Italia que murió en la vecina isla de Caprera, conectada a la isla Maddalena por un puente artificial de tierra, lo que permite una visita para descubrir sus calas casi vírgenes y la casa donde vivió recluido sus últimos años Giuseppe Garibaldi. Su interior es un viaje al pasado, ya que conserva todavía los muebles y objetos personales del general, tal y como quedaron tras su muerte en 1882, incluso el reloj que marca la hora de su deceso. La vida, en cambio, sigue latiendo en las calles de La Maddalena, donde se celebra un colorido carnaval dos veces al año, en febrero y en verano.mauritius images GmbH (alamy)