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Pistas para viajar: 18 lugares por descubrir, en imágenes

Vivir el sol de medianoche en Islandia, observar un barco varado en la plaza Royale de Nantes y asomarse a un nuevo mirador acristalado en São Paulo. Novedades viajeras que inspiran una escapada

Nantes, ejemplo europeo de ciudad verde y sostenible, es también un apasionante laboratorio artístico. Cada verano desde 2012, bajo la batuta del agitador urbano Jean Blaise, acoge la ruta 'El viaje a Nantes', un despliegue creativo que la convierte en un escaparate de arte contemporáneo con instalaciones como 'El naufragio de Neptuno' (en la foto), del escultor francés Ugo Schiavi, que transforma la fuente monumental de la plaza Royale en el alegórico hundimiento de un barco mercante, con el agua fluyendo por su casco oxidado y agujereado. El recorrido, de 20 kilómetros, permite descubrir más de 50 obras de otros tantos artistas que fusionan el surrealismo de sus propuestas con el clasicismo de edificios y monumentos. Al término del festival, el 12 de septiembre, algunas pasarán a engrosar el paisaje metropolitano.sebastien salom-gomis (AFP)
Suspendido sobre las cumbres de los Pirineos, a 2.701 metros de altitud, el mirador solar de Tristaina, en Andorra, inaugurado el pasado 9 de julio, se alza sobre un horizonte de montañas y lagos en lo alto del Peyreguils, uno de los cinco picos que rodean el circo glaciar de Tristaina, casi en la frontera con Francia. La pasarela metálica, proyectada por los ingenieros Sergi Riba y Toni Riberaygua, es un anillo de 25 metros de diámetro y una anchura de 1,25 metros que funciona también como reloj solar gracias a su gnomon central —de 27 metros y con una inclinación de 42,55º, latitud exacta donde se encuentra—, que proyecta su sombra sobre los números romanos que hay en el borde de la barandilla. La vista circular del mirador abarca desde los lagos de Tristania y el valle de Ordino hasta los valles de Auzat y cimas emblemáticas como la Pica de Estats. También contempla un fenómeno astronómico que ocurre una vez al año en el pico Arcalís: cada 7 de agosto, a las 7.37, el sol es visible durante tres minutos a través de un gran agujero que hay entre las rocas de la montaña.
Si los miradores no suelen ser los mejores lugares para las personas que padecen de vértigo, el Sampa Sky de São Paulo todavía lo es menos. Se trata de una nueva plataforma transparente (suelo incluido) situada en el edificio más alto de la ciudad brasileña, el Mirante do Vale. Inspirado en el Skydeck de Chicago e inaugurado el pasado 8 de agosto, el balcón está en la planta 42, nueve pisos por debajo de los 170 metros de altura que alcanza el rascacielos. Quien se asome a las ventanas del mirador, que sobresale del edificio, obtendrá unas espléndidas y amplias vistas de todo el centro, como del viaducto Santa Ifigênia o el gran parque de Añangabaú. Un lugar que promete convertirse en una de las atracciones turísticas de São Paulo, y, para darse a conocer y celebrar su apertura, hasta finales de octubre las entradas cuestan a mitad de precio (5 euros; instagram.com/sampasky).AMANDA PEROBELLI (REUTERS)
Entre mayo y agosto las noches en Islandia tienen luz. Este fenómeno, consecuencia de la inclinación de la Tierra y de la cercanía del país al Ártico, es conocido como el sol de medianoche. El astro rey nunca llega a ponerse del todo, sigue en el cielo, muy bajo pero aún visible, convirtiendo el horizonte en un lienzo de tonos rojizos, rosas y púrpuras. Este eterno atardecer es visible desde toda la isla, del faro Grotta, en Reikiavik, a Seljalandsfoss (en la foto), una de las cascadas más populares por su salto de agua de 60 metros, y por la posibilidad de rodearlo a través de un sendero. Un momento que ya se puede admirar este verano: desde el 1 de julio, Islandia ha relajado las medidas en su frontera y ya no se realizan test covid a quienes presenten un certificado de vacunación con la pauta completa, hayan pasado la enfermedad, y tampoco a los niños. Eso sí, hay que completar un registro digital antes del viaje (más información: visiticeland.com y visit.covid.is).alamy
La fachada del Palazzo Farnese de Roma, sede diplomática de Francia y cerrado por obras, acoge desde el 21 de julio 'Punto di Fuga': un impresionante trampantojo anamórfico —técnica pictórica que juega con la perspectiva y la posición del espectador para sugerir profundidad— del artista francés JR, autor de instalaciones similares en la pirámide del Louvre y la Torre Eiffel de París. La obra, formada por 600 metros cuadrados de paneles de aluminio impreso fijados a los andamios, es un encargo de la Embajada francesa para 'abrir' al público espacios del interior del palacio como la columnata del vestíbulo, de Antonio da Sangallo, o los frescos de Salviati en la Sala dei Fasti Farnesiani. También devuelve el 'Hércules Farnesio', una escultura de mármol del siglo III hallada en las termas de Caracalla, a su ubicación original en el patio, donde se encontraba hasta su traslado a Nápoles en 1787.Ernesto Ruscio (getty images)
Rodeado por un desértico, taciturno y escenográfico paisaje de 243 hectáreas trufado de blanquecinos estratos rocosos y cañones que discurren entre elevadas mesetas pétreas en un valle protegido al sur del Estado de Utah (EE UU), el lujoso 'resort' Amangiri (aman.com) incluye desde el pasado mes de abril un vibrante paseo entre las actividades al aire libre que ofrece a sus huéspedes: caminar 61 metros sobre el vacío, a 122 metros del suelo. Los 120 peldaños inclinados de la Cave Peak Stairway, una escalera hacia el cielo cuya estructura recuerda a la de un puente tibetano, regalan a quien resista el vértigo una panorámica de 360 grados sobre un magnético paraje del Salvaje Oeste. El acceso a esta pasarela también garantiza momentos emocionantes: partiendo del complejo hotelero, requiere subir por una vertiginosa vía ferrata —­ruta vertical de peldaños de hierro anclados a la pared— hasta lo alto de la Cave Peak, cuya sección clave es una travesía horizontal por la pared de unos 30 metros con la única ayuda de un cable metálico fijado a la roca.
Visto desde arriba se asemeja a la pupila inquietante de un gran dragón. El Ojo de la Tierra, nombre con el que se conoce a este manantial de agua dulce en Croacia, es la fuente original del río más largo de la región de Dalmacia: el Cetina, que nace en las faldas noroccidentales de la montaña de Dinara, la más alta del país balcánico (1.831 metros), y recorre 105 kilómetros antes de morir en el mar Adriático. Este gran agujero de origen kárstico, con una profundidad de más de 150 metros, emerge de las entrañas de la tierra con una belleza inusual, la que le otorga esa mezcla hipnótica de tonalidades azules y turquesas que adquiere el agua al brotar cristalina a la superficie. La gruta submarina es el principal atractivo turístico del pequeño pueblo de Cetina, a siete kilómetros al norte de la localidad de Vrlika. También es un lugar de peregrinación para los buzos que exploran sus misteriosas simas y para los aficionados al rafting o el kayak, que se practican en el curso del río Cetina, ya que el baño en la laguna está prohibido.getty images
En 1950, los habitantes de Curon y Resia, dos pueblos medievales recostados en la orilla de sendos lagos en la provincia italiana de Tirol del Sur, tuvieron que hacer las maletas. La construcción de un embalse uniendo ambos cuerpos de agua les obligó a reconstruir los pueblos a una mayor altitud mientras veían cómo el agua inundaba por completo su antiguo hogar. Después de 71 años de aquel éxodo forzoso, unas grietas en la balsa del embalse obligaron a drenar la zona, lo que provocó que las ruinas de las 160 casas que formaban Curon emergieran a la superficie. Ese esqueleto fantasmagórico no estuvo visible mucho tiempo, ya que el pantano volvió a llenarse en pocas semanas. Una estampa efímera de un pueblo que dejó de serlo y que ha vuelto a sumergirse, quizá para siempre. Eso sí, para sus antiguos moradores, y también para los turistas, siempre quedará la silueta esbelta de Il Campanile Sommerso (en la imagen), el campanario de la iglesia de Curon que nos recuerda su trágico final.M. Taliani (alamy)
El Yorkshire Sculpture Park, una galería al aire libre en West Bretton (Inglaterra), es una inmejorable oportunidad para que los británicos puedan pasear entre arte y naturaleza. En sus 200 hectáreas se despliegan más de un centenar de obras que salpican parques, jardines y dos lagos. Como 'Wilsis' (en la foto), una de las famosas cabezas que Jaume Plensa ha repartido por el mundo. También esperan la mayor colección de esculturas de bronce al aire libre de Henry Moore; la pieza 'Iron Tree', de Ai Weiwei, o seis coloridas esculturas de la artista portuguesa Joana Vasconcelos. Para controlar el aforo, los visitantes deben reservar su entrada con antelación por internet (seis libras; ysp.org.uk). En sus galerías interiores también hay exposiciones temporales —en noviembre se inaugura una muestra de litografías de Joan Miró— y se puede disfrutar de cafeterías y restaurantes.D. Lawson (GETTY images)
El parque natural del Señorío de Bertiz, en la comarca Baztán-Bidasoa, una de las masas forestales más valiosas, accesibles y disfrutonas del norte de Navarra —sobre todo porque no aglutina tantos visitantes como Irati o Urbasa—, ha reabierto su red de caminos balizados después de que un fuerte vendaval causara, el pasado 20 de octubre, importantes estragos en sus bosques. El temporal provocó “la caída de un elevado número de árboles, dejando también pies en condiciones inestables y con riesgo de caída sobre pistas y senderos”, según informó la dirección del parque. Los trabajos se han centrado en retirar esos restos peligrosos que amenazaban rutas y equipamientos, especialmente los que afectaban a algunas de las sendas más transitadas —Erreparatzea, Suspiro, Iturburua e Irretarazu— de sus 2.052 hectáreas de robledales, castañares y hayedos, que se extienden por el monte Aizkolegi.Chavi Nández (alamy)
Sin duda, el interrogante que encabeza estas líneas es uno de los grandes desafíos que afronta el mundo pospandemia. Y también es la pregunta que lanza la Bienal de Arquitectura de Venecia, que celebra su 17ª edición hasta el 21 de noviembre, en busca de respuestas a través de los proyectos que presentan los 46 países participantes. Bajo el título 'Uncertainty-Incertidumbre', el pabellón de España (en la foto, un detalle de su interior) se une a esta reflexión colectiva con 34 visiones distintas pero con un denominador común: la necesidad de que la arquitectura redunde en el bienestar de una sociedad en constante cambio. En palabras de los comisarios de la exposición, los jóvenes —ninguno supera la treintena— arquitectos canarios Sofía Piñero, Domingo Jacobo González, Andrzej Gwizdala y Fernando Herrera, “la pregunta no admite una respuesta concreta, sino que invita a generar infinitos interrogantes, que, sin embargo, guardan implícita una certeza: el futuro será juntos o no será”.Rocío Romero Rivas
La oferta turística invernal de Formigal-Panticosa, destino de nieve con 180 kilómetros esquiables repartidos en seis valles del Pirineo de Huesca, se prolonga después del invierno con los 700 metros de pasarelas y escaleras metálicas ancladas a las paredes del congosto del río Caldarés, cerca de Panticosa. La estructura, inaugurada el pasado 27 de marzo para atraer visitantes a la comarca del Alto Gállego más allá de la temporada de nieve, forma parte de un sendero circular de 2,2 kilómetros que comienza en el aparcamiento de la estación de esquí, junto al telecabina, y admite dos variantes: la que pasa por el mirador de O Calvé, de 160 metros de desnivel, que se puede completar en unos 55 minutos, y la que transcurre por el camino de las Paúles, algo más suave y corta (45 minutos). Para disfrutar de la nueva atracción, no recomendada para quienes sufren de vértigo, se requiere medir más de 130 centímetros. El acceso está limitado a 60 personas cada 20 minutos (precio: 3 euros; federados de montaña, 1 euro. pasarelasdepanticosa.com).
Little Island, un enorme parque flotante sobre el río Hudson, a la altura del Pier 55 de Nueva York (el muelle que acogió a los supervivientes del 'Titanic'), se inauguró el pasado 21 de mayo. El proyecto, que pretende revitalizar Meatpacking District, el antiguo barrio de los carniceros, se puso en marcha a finales de 2018, tras siete años de trabas administrativas y disputas legales, aunque la idea se remonta a 2011, cuando el magnate de los medios de comunicación Barry Diller y su esposa, la diseñadora de moda Diane von Fürstenberg, lo anunciaron como un regalo a la ciudad estadounidense. Proyectada por el arquitecto británico Thomas Heatherwick y con un coste de casi 220 millones de euros, tiene como base una plataforma ondulada de 10.000 metros cuadrados que se sustenta sobre 132 soportes de hormigón en forma de tulipanes, cada uno de 10 metros de altura y 90 toneladas. Dos puentes unen la isla con el paseo que recorre la orilla del río. Concebida como oasis urbano y espacio cultural, cuenta con jardines y un anfiteatro para 700 espectadores.Noam galai (GETTY images)
Más de cinco kilómetros del río Támesis brillan, a su paso por Londres, con nuevos colores. Se trata del proyecto Illuminated River, que a mediados de abril encendió las instalaciones luminosas en los puentes de Blackfriars, Waterloo, Golden Jubilee, Westminster y Lambeth, en lo que algunos califican como la obra de arte pública más larga del mundo. Ya son nueve puentes en total (la primera fase empezó en 2019), cada uno con una personalidad diferente creada por el artista estadounidense Leo Villareal y el estudio británico Lifschutz Davidson Sandilands, lo que invita a un paseo nocturno para descubrirlos. El recorrido pasa por grandes atractivos londinenses, como la catedral de St. Paul o el Parlamento. El puente de Waterloo, por ejemplo, tiene una franja arcoíris que cambia a lo largo de cada una de sus balaustradas. Westminster tenía que ser con tonos verdes, como el color de las bancadas de la Cámara de los Comunes. La iluminación se mantendrá los próximos 10 años y se enciende desde el ocaso hasta las dos de la madrugada.Jason Hawkes
Las cuevas, esos fascinantes mundos subterráneos que hacen volar nuestra imaginación, son uno de los escenarios más intrigantes de la Tierra. Especialmente en Eslovenia, primer país del mundo en obtener el certificado Green Destination, y cuyo principal patrimonio natural está en el subsuelo. Un ejemplo son las grutas de Skocjan (park-skocjanske-jame.si), un sistema de cavidades kársticas, erosionadas durante miles de años por el río Reka en su camino hacia el Adriático. Patrimonio mundial desde 1986, este laberinto de galerías trufadas de estalactitas y estalagmitas de hasta 15 metros, cascadas y cañones se puede visitar todo el año y así entender cómo vivían los hombres y mujeres de la prehistoria. Es necesario descender 500 escalones, hasta los 200 metros de profundidad, para iniciar un recorrido de tres kilómetros que atraviesa el puente Cerkvenik (en la foto), suspendido a 50 metros sobre el estruendoso caudal del Reka.DeepEarth Photography (alamy)
Con 516 metros de longitud y una altura de 175 metros sobre las aguas del río Paiva, el 516 Arouca se ha convertido, desde su inauguración el 3 de mayo, en el puente colgante peatonal más largo del mundo, desbancando al Charles Kuonen, de Suiza (494 metros). Al cruzar a pie este prodigio metálico de la ingeniería civil portuguesa —solo 50 personas pueden hacerlo al mismo tiempo, previa reserva en 516arouca.pt; entrada 12 euros— se tiene una vista fabulosa de la cascada de Aguieiras y la garganta del Paiva, dos de los 41 hitos geológicos que componen el geoparque mundial de Arouca. Este espacio natural de 328 kilómetros cuadrados protegido por la Unesco alberga yacimientos fósiles y otro logro mayúsculo en la lucha del hombre por domar la naturaleza: las pasarelas del Paiva, una red de escaleras y puentes de madera (ocho kilómetros) que se adentra en uno de los cañones fluviales más espectaculares de Europa. Un lugar privilegiado, a una hora de Oporto, donde se fusionan naturaleza, arqueología, arquitectura y aventura. Y cruzar este puente desde luego que lo es.H. Villalobos (getty images)
Desde el exterior, Paisley Park podría ser un centro comercial o un edificio de oficinas en un suburbio de Minnesota (EE UU). Pero una escultura de más de tres metros de un símbolo en color púrpura deja claro que esta era la casa y el estudio de Prince. Aquí vivió el artista casi tres décadas, y aquí falleció el 21 de abril de 2016. Ahora su refugio acoge la exposición 'The Beautiful Collection', que al menos se podrá visitar hasta el próximo enero (paisleypark.com). Entre las curiosidades del icono del pop, y también de la moda, que se pueden ver hay imágenes inéditas de actuaciones y más de 300 pares de sus zapatos y botines (se guardan hasta 900). De vibrantes colores y diseños personalizados, todos cuentan una historia. “Su amplia e increíble colección es solo un ejemplo de su expresión artística, personalidad y profundo impacto en el mundo de la moda”, asegura Mitch Maguire, director de Paisley Park.KEREM YUCEL (getty images)
Para Superblue el arte existe en forma de flores que cuelgan del techo, nubes que se pegan al cuerpo o laberintos de espejos. Instalaciones a gran escala que sumerjan al visitante en un entorno artístico impactante gracias a la luz, los sonidos y la imagen. Ese es el objetivo de esta compañía de arte experiencial que ha inaugurado en Miami el primero de sus centros creativos, ubicado frente al Museo Rubell, en un antiguo edificio industrial del vecindario de Allapattah. En sus salas, con una superficie de unos 4.600 metros cuadrados, uno se adentra en las dinámicas instalaciones creadas por tres de los artistas más innovadores del momento. Como la experiencia digital de teamLab, una obra de James Turrell basada en la luz envolvente y la instalación de Es Devlin Forest of Us (en la foto). Every Wall Is a Door se titula el programa inaugural (entradas, 36 dólares; superblue.com). Además, Superblue organiza talleres y charlas, tiene una tienda con artículos inspirados por los artistas y la cafetería al aire libre Blue Rider, con una carta de sabores europeos.Andrea Mora