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Pistas gastronómicas

No te líes: estos son cuatro ‘pubs’ auténticos de Londres

El asado de los domingos, pudding para gourmets y ricas pintas de ale . Tabernas típicas en las que disfrutar de una buena comida inglesa

Sigue siendo el destino preferido de los locales en la exclusiva zona de Hampstead, al oeste de Londres. En The Holly Bush, abierto en 1643, se respira una atmósfera elegante y tiene una selección de ales muy apreciada. Aquí se viene para ver el atardecer los días de sol. Otro plan: pasear por el parque de Hampstead Heath, una inmensidad verde donde ver hasta cuadros de Rembrandt, y llegar al pub a la hora del aperitivo.
Encontrar The Holly Bush (22 Holly Mount.) no es sencillo (acabarás preguntando): está escaleras arriba, sobre la colina y en una calle de difícil acceso. Mejor ir entre semana. Para beber, mejor coger sitio en la barra donde charlar con la gente cultivada de la zona. Para cenar, mejor el saloncito junto a la entrada.
En The Holly Bush la comida es deliciosa; sí, es estilo 'pub', pero a otro nivel (y otros precios), con un toque afrancesado. “La mejor comida inglesa es, por supuesto, la francesa”, dijo George Orwell en su manifiesto de 1945 en defensa de la gastronomía de su país. Ostras, palomitas de trufa y sándwich de cangrejos de Cornwall. El conejo es un clásico, y el cordero lleva perejil y menta, dos básicos de la comida inglesa.
La zona no podría ser más bonita: conjunto protegido de casas y edificios georgianos, de cuando Islington, actualmente un barrio acomodado al norte de la capital británica, era un lugar de descanso a las afueras del centro. El sobrio y tranquilo 'pub' The Albion, de preciosa fachada con enredaderas, esconde un enorme 'beer-garden' con parras y grandes mesas de madera para la primavera, joya que le ha valido salir varias veces en la lista de los mejores del Reino Unido.
De interior sobrio, ilustres clientes (dicen que Tony y Cherie, los Blair, vecinos un tiempo del barrio, pasaban a menudo), en The Albion (10 Thornhill Rd, Islington) los asiduos piden 'scotch eggs' y pudin de avellana; los domingos, el 'Yorkshire Pudding' (panecillo con forma de magdalena) se moja con las espesas salsas que se sirven con los asados.
El acento es fino; el servicio, exquisito y discreto, y la comida, de 'pub' tradicional y correcta. Ningún artefacto creativo en el menú porque esto es exactamente lo que los vecinos buscan al entrar. Lo mejor que se puede hacer es, sin duda, salir al jardín, también cuando hace frío (hay estufas), y compartir mesa con los locales.
Al sur del Támesis, las cosas van a otro ritmo. Universitarios de cine, arte, comunicación y demás disciplinas bohemias se mezclan con una clase media alegre y comprometida en barrios como Peckham, Brixton y Camberwell. Precisamente en la larguísima Camberwell Church Street, paradigma de las calles de los suburbios de Londres, con sus locales de pollo frito, comida turca, asiática y ambiente todas las noches, se encuentra The Camberwell Arms, la joya de la corona gastro del barrio, siempre presente en las recomendaciones de 'The Guardian'.
Este no es un 'pub' al uso, ellos prefieren decir bar y restaurante. El ambiente en The Camberwell Arms (65 Camberwell Church St.) es como de película inglesa de los noventa —clásico y confortable—, con una barra para quienes quieran beber y comer de manera informal y la zona de mesas y servilletas de tela. Todo en madera sin tratar y con hilo musical brit-pop.
El mejor rincón de The Camberwell Arms está en la segunda barra frente a la cocina, para ver al chef manos a la obra. Ingredientes de primera (encurtidos, chacinas, ahumados, quesos, vinos franceses, aceites de España) y mezclas interesantes.
Escondido entre casitas blancas se encuentra el pub más acogedor de Bow, un barrio poco dado a los excesos. Adentrarse en estas calles arboladas es viajar al Londres victoriano; de hecho, The Lord Tredegar, en pie desde mediados del siglo XIX, es un edificio protegido, y la zona, con la preciosa Tredegar Square a un paso y el canal a otro, una de las joyas secretas del este de la ciudad. Reciben al visitante la chimenea siempre encendida y una decoración 'vintage', con maderas y espejos, propia de un 'pub'.
En la zona de comida, junto al jardín y con la cocina vista, el ambiente es más informal. Su sencilla sopa de calabaza (rebanada de pan inglés con mantequilla inglesa mediante) es perfecta para la hora de comer, pero si se quiere disfrutar de The Lord Tredegar (50 Lichfield Rd.) en su esplendor hay que ir un domingo: está repleto de vecinos disfrutando de un delicioso 'sunday roast'. Todos vienen por lo mismo: por las verduras tiernas, la carne asada en su punto y el puré de patatas más cremoso en este rincón de Londres. El lugar con mejores vistas está debajo del inmenso y antiquísimo mapamundi.