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Momento Conde Duque

Tiendas mimadas, restaurantes apetecibles y tabernas de autor en un barrio madrileño lleno de originalidad

(viene de la foto anterior)

Mai Barral, propietario de la 'boutique' Polar y uno de los pioneros de Conde Duque, asegura que la personalidad de este barrio está directamente relacionada con su ubicación, a las espaldas de las populosas calles Princesa y San Bernardo. “No es un lugar de paso. Tienes que conseguir que la gente venga hasta ti. Por eso debes ofrecerle algo distinto y especial para que vuelva y te recomiende a sus amigos. La atención al cliente también es fundamental: si no haces barrio, no tienes futuro”, dice. En las aceras tranquilas, que todavía están empezando a ponerse de moda, reside parte de su encanto. Conde Duque aún es un pequeño secreto en el centro de Madrid. La proximidad a Malasaña se deja notar, pero su público es, según asegura Barral, al menos una década mayor. Más burgués. Más tranquilo. Como sus plazas, que se acuestan pronto los sábados y se levantan aún primero los domingos.

Alfredo Arias
Cuando el australiano Tommy Tang descubrió la plaza de Comendadoras, supo que era el lugar perfecto para abrir la sucursal madrileña de su exitoso local barcelonés. “La zona de Conde Duque es un lugar tranquilo, bonito y céntrico. Todo el mundo habla de Malasaña, pero aquí hay más luz”, argumenta. El Federal busca “ser un lugar acogedor del desayuno a las copas, donde la gente pueda reunirse, trabajar y relajarse”, dice su creador. Su hamburguesa vegetariana es una apuesta segura. Admite perros y el baño tiene cambiador para bebés, algo poco común en los bares del centro de Madrid.

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Alfredo Arias
“Alimentamos como una madre, pero sin ser tan pesados”. Ese es el 'leitmotiv' del restaurante de Alejandro del Hoyo, donde triunfan las alcachofas fritas, el pulpo a la brasa y el pastelito de Pantera Rosa. Su carta está pensada para que “cuatro personas pidan seis tapas y no paguen más de veinte euros con la bebida”. La primera copa tras la cena sale a cinco euros. No es cuestión de competencia. Del Hoyo asegura que comparte clientela con sus vecinos de Polar y Crumb.

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La idea de Ana Belén Martínez (en la foto, a la derecha) y Marta Romo (a la izquierda) era que su bar tuviese el aspecto y el espíritu de una cocina tradicional, por eso todos los muebles que decoran este coqueto local han habitado alguna vez junto a unos fuegos reales. Sobre sus mesas de madera se sirven conservas artesanales y una estupenda cecina elaborada en el Bierzo, comarca de origen de Martínez y de muchas de las tentaciones gastronómicas que, como los vinos de mencía, llenan su carta. “Conde Duque es como un pequeño pueblo en el centro de Madrid, por eso todo funciona por el de boca en boca. Primero venían los vecinos del barrio y ahora, cada vez más gente de fuera”, explica Romo.

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Alfredo Arias
En la cocina de esta sandwichería se elaboran desde los distintos tipos de pan que utilizan en sus bocatas hasta las salsas pasando por el rosbif. “Más que simples rellenos, lo que hace nuestro chef Itamar Taub son auténticos guisos caseros. Solo que, al final, los mete entre dos rebanadas”, explica el propietario del restaurante Raúl Guillén. Este publicista y aficionado al pan casero asegura que Conde Duque es un buen “campo de pruebas” para su negocio.

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Alfredo Arias
Los hermanos Barral del Pino —Felipe, Carmen y Mai— son unos de los veteranos del barrio. En 2003 abrieron Polar (Conde Duque, 5), una tienda de ropa masculina exclusiva pero no excluyente, y hace dos años decidieron lanzarse al mercado femenino siguiendo los mismos criterios: “Ofrecer productos diferentes y seleccionados, con la mejor relación calidad precio posible”, según explica Mai Barral. De las perchas de sus 'boutiques' cuelgan prendas de marcas como Sessum, Loreak Mendian o Batabasta. En opinión de Mai, Conde Duque tiene un público más adulto y por ello con mayor capacidad adquisitiva que la cercana Malasaña, pero para fidelizarlo “la relación con el cliente debe ser cercana, hay que crear parroquia”.

maggieshop.es

Alfredo Arias
Jesús Álvarez abrió su tienda de discos hace nueve años en un minúsculo local de la plaza de Guardia de Corps, situada frente a la puerta principal del Cuartel del Conde Duque. Cuando la necesidad de más espacio fue imperiosa, se mudó 20 metros al Este. “Me gusta este barrio tal y como es. Supongo que a otros comerciantes les encantaría que se convirtiese en un lugar más masificado como La Latina, pero entonces perdería lo que lo hace un lugar especial”, argumenta. Tampoco es que Álvarez quiera vivir como un ermitaño entre sus vinilos: programa actuaciones en directo y, a partir de octubre, pondrá en marcha una radio.

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Alfredo Arias
Esta antigua lechería se ha transformado de la mano de Yolanda Morán en una taberna consagrada, según explica, a los “vinos españoles de bodegas pequeñas que se abren paso con mimo y saber hacer”. Los suelos y alacenas del negocio original se han mantenido intactos, lo que, junto a su oferta de caldos, convierta a De Vinos en uno de los lugares más personales del barrio. Morán organiza catas en castellano los martes y en inglés los jueves, además de representaciones de microteatro. Cada dos meses cambia la carta de vinos por copas, y ofrece a los clientes la posibilidad de comprar una botella y guardarla refrigerada y sellada al vacío en el bar para futuras visitas. Los quesos de sus tablas son artesanales.

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Alfredo Arias
Desde New Balance hasta Generic Surplus pasando por la edición limitada de Comme des Garçons para Converse, esta zapatería masculina se precia de tener una de las selecciones de marcas más exclusivas de Madrid. Un espíritu que comparte su tienda hermana y vecina, Mini (calle del Limón, 24). También propiedad de Óscar Gala y Emilio Valdivia, es uno de los pocos lugares donde pueden encontrarse trajes de Acne o camisetas de Maison Kitsuné.

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Alfredo Arias
Si usted ve una cola en la parte alta de la calle de Conde Duque no se asuste, no es la del paro. Tampoco regalan nada. De hecho, venden algo: pan. Pan casero, elaborado artesanalmente y a partir de masa madre por Javier Marca y su equipo. En poco más de un año, este horno ha logrado reunir a un ejército de feligreses. Tan leal que el sábado si quiere hacerse con una hogaza es mejor que la reserve. Organizan seminarios y acogen periódicamente a la Cofradía del Santo Bocata.

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Alfredo Arias
El 'sumiller' y Nariz de Oro Paco Parejo imparte periódicamente cursos de cata en la cava de esta taberna inaugurada hace poco más de un año. Además de una carta de vinos con cerca de cien referencias, ofrece una pequeña selección de cocina de mercado a partir de productos de temporada. Según su propietaria, Aida Hamad, el pulpo a la brasa y el tartar de atún son las estrellas de la casa. “El Cuartel del Conde Duque es el pulmón del barrio, y cuando hay cine de verano, desfiles o algún evento repercute en todo el comercio de la zona. Aquí no se trata de competir sino de sumar”, dice Aida Hamad.

www.drinkfino.es

Alfredo Arias
Si existe un pionero en Conde Duque desde el punto de vista empresarial, ese es Goyo Otero. Hace 13 años puso en marcha Sportivo, una tienda de ropa y complementos masculinos que se ha convertido en un referente no solo dentro de Madrid sino de toda España. Son muchos los que acuden 'ex profeso' hasta esta zona para dejarse tentar por él y su selección de marcas, donde las firmas nórdicas son protagonistas.

www.gruposportivo.com

Alfredo Arias
Todo empezó con tres mesas, una barra y varias máscaras de luchadores mexicanos. Fernando Escalante alquiló un pequeño local en la calle de San Hermenegildo para servir tragos y algunos tacos: una propuesta sin pretensiones, pero de calidad. Su fama fue creciendo al tiempo que el bar se les iba quedando pequeño. Así que se mudaron, pero a la otra punta del barrio. Si había que buscar una nueva sede esta no podía estar lejos de sus viejos (y fieles) clientes. Frente al palacio de Liria, han reforzado su servicio de coctelería con margaritas de mezcal, pulque (derivado del agabe) y sin olvidar las clásicas micheladas. En septiembre abren sucursal en la calle de Velázquez.

www.mariabonitatacobar.es

Alfredo Arias
“Empezamos hace dos años cuando en Madrid había pocos sitios donde hubiese repostería casera para desayunar o merendar”, recuerda Iván Arpón. El gestor del Mür cuenta con orgullo que muchos clientes acuden solo por su ya famosa tarta de zanahoria. Otro de sus fuertes es el 'brunch', que ofrecen de viernes a domingo, y que incluye auténticos 'scones' ingleses. Tiene terraza y una segunda planta con ventanales a la plaza. Además, agasajan a los perros con chuches.

www.murcafe.es

Alfredo Arias
La que fuera la primera fábrica de Mahou en Madrid alberga desde 2010 el Museo ABC de Dibujo e Ilustración. Su oferta fija se nutre de la Colección ABC, que recorre un siglo de arte gráfico a través de 200.000 dibujos de más de 1.500 artistas de todos los estilos. Además, organiza charlas entre profesionales del gremio, visitas guiadas y exposiciones temporales. Hasta el 28 de septiembre, acoge la muestra 'Evangelion y las katanas japonesas', dedicada al mundo del manga.

museo.abc.es

Alfredo Arias
Esta cafetería de decoración francesa está especializada en crepes. Encabezan su 'ranking' de más vendidos el de jamón cocido y el de Nutella con plátano. Su limonada natural (y sin azúcar) merece mención aparte. Otro de sus atractivos es su terraza situada en la plaza de la Guardia de Corps, donde comparte espacio con otros dos locales míticos del barrio: La Taberna de Corps (plaza de la Guardia de Corps, 1) y La Cajita de Nori (Limón, 30).

www.facebook.com/pages/Olive

Alfredo Arias