VIAJEROS URBANOS

Practicar el ‘brunch’ en Buenos Aires

Cuatro locales donde rendirse al deseo de comer pasteles y dulces

Una de las delicias del Café Crespin.

Desde que la ciudad de Buenos Aires fue fundada en el siglo XVI, los porteños cargan con la mala costumbre de idolatrar lo que viene de afuera. En especial si viene de París, Londres o Nueva York. También les encanta pensar en comer cada cinco minutos, entre el desayuno, el almuerzo o la cena. Es un vicio que despunta a diario en casi todas las esquinas de la ciudad. Sea por estos motivos u otros, ya hay más de cien rincones de la ciudad que tienen en su menú grabada la palabra inglesa brunch (neologismo formado por la unión de breakfast y lunch). Pa...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Desde que la ciudad de Buenos Aires fue fundada en el siglo XVI, los porteños cargan con la mala costumbre de idolatrar lo que viene de afuera. En especial si viene de París, Londres o Nueva York. También les encanta pensar en comer cada cinco minutos, entre el desayuno, el almuerzo o la cena. Es un vicio que despunta a diario en casi todas las esquinas de la ciudad. Sea por estos motivos u otros, ya hay más de cien rincones de la ciudad que tienen en su menú grabada la palabra inglesa brunch (neologismo formado por la unión de breakfast y lunch). Para apasionados visitantes de Buenos Aires, ahí va este listado indispensable para practicar el brunch:

Nucha Repostería

Creado por un genio de la pastelería, la repostera Regina Vaena, en el garaje de su hogar, cuenta ahora con ocho locales en puntos claves de la ciudad. Nucha Repostería (Armenia, 1540. 00 54 11 4833 9345) brinda un brunch dulce por excelencia. Reina de las tortas, los sándwiches, los bombones, las galletitas, scons, muffins, etc. También se puede optar por un brunch salado, pero es como pedir bife de chorizo en una pizzería. Shreck, Superman, He-Man y Gulliver intentaron terminar este brunch pero no lo lograron.

Café Crespin

En una hermosa esquina del barrio de Villa Crespo, donde dicen que siempre pega el sol, se esconde este moderno café de estilo americano. Café Crespin (Vera, 699. 00 54 11 4855 3771) brilla por su pastelería con tortas, el cinammon roll (posiblemente, el mejor de Buenos Aires), hot cakes de banana o frambuesa y mediaslunas que te hacen agua la boca. El brunch se sirve el fin de semana y hay dos opciones: Clásico o Estrellado. El Clásico es para una sola persona y cuenta con té o café, una mimosa (copa de champán con jugo de naranja) o una limonada, french toast con frutos rojos y crema fresca, huevos revueltos, salmón ahumado o panceta y papas doradas. El Estrellado es para dos personas e incluye dos cafés o tés, dos bebidas a elección, dos huevos revueltos con salsa holandesa, dos muffins, lomito ahumado y hot cakes.

Artemisia

Los dos locales de Artemisia (Cabrera 3877 y Gorriti 5996) sorprenden en primer lugar por la belleza de su diseño (que luego replicaron todos en el barrio de Palermo): ambientes amplios, blancos, con decoración vintage, lámparas que caen desde el techo y pequeñas mesas restauradas de madera acompañadas de manteles y floreros. En las paredes pizarrones y cuadros anuncian sus platos naturales y orgánicos. Tapas latinoamericanas (bastoncitos de polenta crocante con guacamole o ceviche vegetal de champignones y zuchini), brochetas con verduras asadas, papas crujientes, woks de arroz yamaní, ensaladas de todos los colores y formas, ravioles de salmón, ñoquis de sémola, risotto de tomates secos, etc. Una gran cocina que también se destaca con un alimento básico: ¡sus panes! Si bien el restaurante lo advierte, en Artemisia hay que tener paciencia porque todo se hace en el momento y sin conservantes o aditivos. Dato importante: los precios son elevados, ya sea para un brunch, almuerzo o cena.

Oui Oui

Otro bellísimo y especialmente delicioso espacio pionero del brunch y el estilo chic en Buenos Aires: Qui Qui (Nicaragua, 6068). Todo, un manjar: frutas de estación con miel y cereales, baguel con salmón y queso de untar, paté oui oui con pan, crepes de espinaca, locatelli de pavita, crumble de pera con helado, cheeseburger, tartas y el mejor huevo revuelto de la ciudad. Mesas de madera, lámparas bajas de mimbre, pizarrones con el menú (sí, otra vez pizarrones) y una atención cálida y atenta. ¡Apasionados de la comida a sus puestos!

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Archivado En