“Hace solo dos semanas vino a trabajar”
Un español que trabaja en el taller de Chanel en París cuenta cómo era trabajar con Karl Lagerfeld, que falleció el 19 de febrero de 2019
Miguel Fernández es un modisto zamorano de 51 años que lleva viviendo en París 20 años. Se marchó a Francia "cansado de estar trabajando 12 horas y no ser capaz vivir sin deudas" en su propio taller de costura en Madrid. Y está feliz con la decisión que tomó. Hoy, trabaja en la sección de prêt-à-porter de la firma Chanel en París, donde Karl Lagerfeld ejercía hasta hace el 19 de febrero, día de su fallecimiento, de director creativo.
La noticia de la muerte del famoso diseñ...
Miguel Fernández es un modisto zamorano de 51 años que lleva viviendo en París 20 años. Se marchó a Francia "cansado de estar trabajando 12 horas y no ser capaz vivir sin deudas" en su propio taller de costura en Madrid. Y está feliz con la decisión que tomó. Hoy, trabaja en la sección de prêt-à-porter de la firma Chanel en París, donde Karl Lagerfeld ejercía hasta hace el 19 de febrero, día de su fallecimiento, de director creativo.
La noticia de la muerte del famoso diseñador a los 85 años dejó tocado a un equipo de unas cien personas distribuidas en los tres talleres que tiene Chanel en París. "El jefe de nuestro taller nos lo dijo con lágrimas en los ojos. Era una noticia que esperábamos, porque llevaba tiempo con problemas de salud, pero ha sido una conmoción", comenta Miguel telefónicamente en su pausa para la comida en el día más emotivo de la historia reciente de Chanel.
"Hace solo dos semanas estuvo aquí, validando parte de las prendas que presentaremos en la París Fashion Week", señala el modisto zamorano. En efecto, en solo unos días, el 5 de marzo, la firma exhibe los últimos diseños de Lagerfeld en la Semana de la Moda de París. "Tenemos muchas cosas pendientes de validar. No podemos dejar de trabajar porque la fecha del desfile está ahí".
Miguel informa del carácter nada divo del diseñador. "Al revés. Era un hombre cálido. Cuando venía aquí podíamos hablar con él sin problema. Se interesaba por nuestro trabajo, incluso cuando estaba delicado de salud. Tenía bastante respeto por lo que hacíamos".
Después de cada desfine Chanel ofrece un cóctel para sus trabajadores, fiesta a la que siempre acudía Lagerfeld para felicitar a todo el equipo. "Es muy de agradecer. Ves el esfuerzo que hacía. Incluso estando mal se pasaba. Son citas que se podía haber evitado, pero él quería estar un rato con su gente".
Se termina la hora de comer y Miguel tiene que volver a su puesto. La mejor manera de honrar al maestro es trabajar duro para que el día 5 de marzo deslumbre su nueva y última colección.