Las Kardashian registran los nombres de sus hijos para convertirlos en marcas

Las reinas de la telerrealidad incluyen a los menores en sus negocios millonarios y se convierten en las únicas en poder controlar y rentabilizar su imagen

Las hermanas Khloé, Kourtney, Kylie y Kim Kardashian rodeadas de todos sus hijos, en una imagen de Instagram.

Las hermanas Kardashian, expertas en hacer de su mera existencia un negocio multimillonario, han registrado como marca comercial el nombre de sus hijos, que tienen entre cinco años y diez meses. Kim y Khloé Kardashian y Kylie Jenner han incluido a los pequeños en el negocio familiar con la intención de utilizar sus nombres en distintos productos, como líneas de moda, juguetes o artículos para el cuidado de la piel.

Con este registro –que la hermana mayor, Kourtney Kardashian, de 39 años, no ha realizado por el momento para sus tres h...

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Las hermanas Kardashian, expertas en hacer de su mera existencia un negocio multimillonario, han registrado como marca comercial el nombre de sus hijos, que tienen entre cinco años y diez meses. Kim y Khloé Kardashian y Kylie Jenner han incluido a los pequeños en el negocio familiar con la intención de utilizar sus nombres en distintos productos, como líneas de moda, juguetes o artículos para el cuidado de la piel.

Con este registro –que la hermana mayor, Kourtney Kardashian, de 39 años, no ha realizado por el momento para sus tres hijos– se aseguran de que ninguna marca podrá comercializar con la imagen de los menores sin que ellas manifiesten su consentimiento. Además, tal y como afirma el portal de noticias TMZ, se reservan la capacidad para firmar acuerdos publicitarios en su nombre. Las tres hermanas no son solo famosas por protagonizar un reality en el que relatan su día a día y abren las puertas de sus casas, sino que también son empresarias de perfumes, maquillajes, cremas e incluso libros. Es a todo este millonario entramado empresarial al que quieren adherir también a su prole.

Desde antes de nacer, los menores forman parte de un clan que adora la exposición mediática y son herederos no solo de su fortuna sino también de la notoriedad de una de las familias más famosas del mundo, o al menos de una de las que más espacio ocupa en los medios. Kim Kardashian, de 38 años, es madre de tres hijos junto al rapero Kanye West. Son North West, de 5 años, Saint West, de 3 años, y Chicago West, de uno, habituales en su cuenta de Instagram. La pareja espera su cuarto hijo este año, que nacerá por vientre de alquiler, al igual que ocurrió con Chicago West. Un nacimiento que las redes ya esperan impacientes para empezar a activar la fama del nuevo miembro de la familia desde el mismo minuto en el que se sepa de su existencia.

La primogénita de Kim Kardashian ya ha dado sus primeros pasos en el mundo de la moda. North West protagonizó su primera campaña publicitaria con solo cinco años y el verano pasado acudió a unos campamentos dedicados al diseño. Fue la primera vez que desfiló sobre una pasarela, ante la mirada orgullosa de sus padres. Todo a su alrededor es insólito: desde el momento en que nació contó con una estilista, dispone de un armario con centenares de prendas, muchas de ellas sin estrenar, y acumula regalos de grandes diseñadores. Estas Navidades sorprendió con unas fotografías en las que aparecía con los labios pintados de color rojo y también han sido muy comentados sus apariciones con maquillaje y con el pelo alisado.

Hasta que nazca el cuarto hijo de Kim Kardashian, True Thompson es la más pequeña del clan. Su madre Khloé Kardashian la ha adentrado en la moda y en las redes sociales, al igual que han hecho sus hermanas. Difunde los nombres de los diseñadores que la visten —estas Navidades madre e hija se dejaron ver ataviadas a juego con prendas realizadas a medida— e incluso bromea con que la pequeña pronto grabará tutoriales de maquillaje, mientras la muestra jugando en un tocador.

Kylie Jenner, la hermana menor, es madre junto al rapero Travis Scott de Stormi Webster, que este mes ha celebrado su primer cumpleaños con una fiesta que podría elevarse a la categoría de sinónimo de extravagancia. Kylie decidió bautizar como Stormi World —nombre ahora registrado— al opulento parque temático que preparó para festejar el primer año de su hija. Un hinchable gigante que representaba el rostro de la pequeña daba entrada a una fiesta en la que hubo una tarta de cuatro pisos, una noria, osos de peluche gigantes, patatas fritas en cajas rosas de Louis Vuitton e incluso un bolso de Chanel como regalo para la niña. 

No faltaron los comentarios criticando este exceso, a lo que la rendida madre solo respondió en su perfil de Instagram con un “tuve que darlo todo por mi bebé”. En su cuenta, Kylie Jenner dedica cariñosos mensajes a su hija —hizo pública una felicitación de cumpleaños en la que se refería a ella como un bebé “dulce, inteligente y feliz” del que querría “proteger su sonrisa y su risa contagiosa”—y hace públicos muchos de los momentos que comparten juntas. Uno de ellos con el bebé jugando con un bolso de Yves Saint Laurent.

La actitud de estas tres inusuales madres, cada día más famosas por el mero hecho de ser famosas, hace suponer que todos los descendientes del clan seguirán los mismos pasos. Una trayectoria que en última instancia está marcada por Kris Jenner, la madre de todas ellas y también representante de la familia. Los niños son una parte más del negocio conjunto, se han convertido en los protagonistas de sus publicaciones y cuentan con páginas que escudriñan sus estilismos y detallan todo lo que les rodea. 

Embarazos, nacimientos, cumpleaños y cada gesto son expuestos ante los 340 millones de seguidores que suman entre las tres hermanas. No en vano, la primera imagen que Kylie compartió con su hija Stormi nada más nacer se convirtió en la foto con más me gusta en la historia de Instagram. Siguen así la estela de la cantante Beyoncé y su marido Jay-Z, que también han registrado el nombre de sus tres hijos, Blue Ivy, Rumi y Sir, aunque los objetivos de una y otras parecen diferentes. La intención de Beyoncé no es comercializar con la imagen de los menores, sino protegerla —llevan años de litigios contra una empresa que registró el nombre de su primera hija, Blue Ivy, antes siquiera de que naciera— y las hermanas Kardashian no pretenden solamente asegurar este control, sino también ser las únicas con el poder de rentabilizar las apariciones de sus retoños.

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