Cartas al director

Impuesto hipotecario

Este martes se derrumbó la última institución en la que creíamos: el Tribunal Supremo. Las consecuencias sociales de su decisión sobre el impuesto hipotecario no se harán esperar y serán de gran calado. Allá con su responsabilidad histórica los 15 miembros que votaron a favor de la banca. Nunca, en toda la historia del alto tribunal, se había dado una situación de esperpento como la ocurrida. Que no pretendan otras instancias judiciales que creamos en la limpieza de sus sentencias sobre otros asuntos de la situación judicial de España.

Miguel Teixidor de Otto. Valencia...

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Este martes se derrumbó la última institución en la que creíamos: el Tribunal Supremo. Las consecuencias sociales de su decisión sobre el impuesto hipotecario no se harán esperar y serán de gran calado. Allá con su responsabilidad histórica los 15 miembros que votaron a favor de la banca. Nunca, en toda la historia del alto tribunal, se había dado una situación de esperpento como la ocurrida. Que no pretendan otras instancias judiciales que creamos en la limpieza de sus sentencias sobre otros asuntos de la situación judicial de España.

Miguel Teixidor de Otto. Valencia

No sé si llevan la razón unos u otros en la sentencia del impuesto de las hipotecas, pero sé que los jueces que cambiaron su voto para que pagaran los clientes tendrían que explicarnos la razón, porque la cuestión de la retroactividad no es un argumento. Los jueces no deben entrar en las consecuencias que se deriven de sus sentencias, en este caso los beneficios bancarios, sino en aplicar la ley en su letra y en su espíritu.

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Dionisio Rodríguez Castro. Cuenca

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