Lo que pasa en Los Ángeles se queda en Los Ángeles

El Petit Ermitage, un coqueto hotel con vistas a las colinas de Hollywood, es un refugio donde todo puede pasar, pero solo usted lo sabrá

El idílico Butterfly Bar, ubicado en la azotea del hotel, está considerado por la Federación Nacional de Vida Silvestre un santuario de colibríes y mariposas. Pero aún hay más, allí se sirven originales cócteles elaborados con ingredientes que compran a los agricultores de la zona.

Solo dos de los seis Uber que pedí en Los Ángeles habían oído hablar del Petit Ermitage. “Dicen que es uno de los sitios más guay de West Hollywood. Se montan fiestas increíbles en la azotea, pero es un lugar muy discreto”, comenta Russell, uno de los dos que sí sabía de este hotel de 79 suites decoradas con obras de arte de...

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Solo dos de los seis Uber que pedí en Los Ángeles habían oído hablar del Petit Ermitage. “Dicen que es uno de los sitios más guay de West Hollywood. Se montan fiestas increíbles en la azotea, pero es un lugar muy discreto”, comenta Russell, uno de los dos que sí sabía de este hotel de 79 suites decoradas con obras de arte de la colección de sus propietarios, los hermanos Ashkenazy.

El primer síntoma de tanta discreción es que uno no repara en él a no ser que vaya buscándolo. Su entrada está escondida bajo una frondosa hiedra y lo único que indica que se encuentra ahí es un letrero de luces de neón que encienden por la noche. El segundo es que su terraza privada con vistas a Hollywood Hills, donde se encuentra la piscina, es tan privada que no está permitido hacer fotos en ella. Restricción que comprendí la segunda noche, cuando dos de los huéspedes se sintieron con la libertad de prescindir del bañador para hacer uso de la piscina. Lo que pasa en el Petit Ermitage se queda en el Petit Ermitage.

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