Editorial

Unas elecciones en paz

Por primera vez en más de medio siglo, Colombia ha podido acudir a votar sin la existencia de un conflicto armado

Recuento de papeletas en las elecciones legislativas colombianas.Luis Eduardo Noriega A. (EFE)

Las elecciones legislativas celebradas el domingo en Colombia, más allá del resultado concreto, tienen una importante carga simbólica. Por primera vez en más de medio siglo, el país sudamericano ha podido acudir a votar sin la existencia de un cruel conflicto armado en su territorio. Es más, uno de los principales protagonistas de esta guerra civil, la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), ha participado transformado en un partido político. Mismas siglas para distintas palabras: Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

Y la FARC ha experimentado, tam...

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Las elecciones legislativas celebradas el domingo en Colombia, más allá del resultado concreto, tienen una importante carga simbólica. Por primera vez en más de medio siglo, el país sudamericano ha podido acudir a votar sin la existencia de un cruel conflicto armado en su territorio. Es más, uno de los principales protagonistas de esta guerra civil, la exguerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC), ha participado transformado en un partido político. Mismas siglas para distintas palabras: Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

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Y la FARC ha experimentado, también por primera vez, que la lucha democrática es igualmente implacable. Sus resultados, tanto para el Congreso como para el Senado, han sido pésimos, aunque los acuerdos de paz le garantizan un número mínimo de diputados. Apenas ha logrado 32.636 votos para la Cámara baja, siendo la última fuerza del espectro político, muy lejos de los 2.298.377 sufragios del vencedor, el socialdemócrata Partido Liberal. La misma tendencia se ha marcado respecto al Senado donde la FARC ha conseguido solo 52.532 votos y queda por delante únicamente de un partido formado por soldados y de una organización ciudadana. Resulta significativo que en la Cámara alta el vencedor haya sido el Centro Democrático, formación conservadora del expresidente Álvaro Uribe, muy crítico con el acuerdo de paz alcanzado con la guerrilla.

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Pero estas elecciones además han servido como primarias —en sendos referendos paralelos— para los bloques de izquierda y derecha ante las presidenciales del próximo 27 de mayo. Gustavo Petro e Iván Duque, respectivamente, se han impuesto a sus rivales. Ambos representan la polarización de la sociedad colombiana. Petro, con un discurso contra los políticos tradicionales y el establishment; Duque, con la economía como prioridad. Dos planteamientos muy alejados de entre los cuales los colombianos elegirán uno. Otra vez en paz.

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