Otras 17 cosas que antes hacíamos los españoles y hoy nos parecen aberrantes (o impensables)
¿Vivimos en un país mejor que hace unos años? En algunos aspectos parece que sí
Una España que se puede recorrer saltando de caca de perro en caca de perro es ya, afortunadamente, un paisaje del pasado. Tanto el mobiliario urbano como la legislación han actuado en los últimos años para que las heces caninas desaparezcan de calles y parques. En 2001 se instalaban en Madrid los conocidos como “sanecanes”, envases con un dispensador de bolsas para los desechos de los animales. Según la ciudad, las multas eran diferentes. En el año 2015 la oscilación era sorprendente: de 60 euros de multa en Alcobendas (Madrid) a 3.000 en Barakaldo (Vizcaya). Ese mismo año Xátiva (Valencia) imponía un sistema mucho más moderno que ahora se plantea en otras ciudades: tener un registro de ADN de los perros para poder multar sin que haga falta que la autoridad sea testigo del desliz. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, está estudiando implantar la misma medida en la capital, donde según el último censo de animales domésticos viven 281.339 perros. En la imagen, Javier Cámara y Ricardo Darín en 'Truman' (2015).
Los emails son gratuitos, instantáneos y permiten incluir imágenes y sonidos, sí. Pero había algo en las cartas, su papel doblado y su letra escrita con cariño que es imposible plasmar en los correos electrónicos. Los españoles ya no escribimos cartas. La CNMC (Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia) contó en su informe de 2017 que un 64 % de españoles no había emitido ni una sola carta aquel año y que los envíos tradicionales (manuscritos, tarjetas, postales…) habían bajado un 6,5 % con respecto al año anterior. En la imagen, una imagen de la serie 'Velvet'.
El sereno era el encargado de rondar las calles por la noche para velar por la seguridad de los vecinos y abrirles la puerta de sus portales. Entre sus tareas “extraoficiales” estaba ayudar a llegar a su casa a los que se habían tomado una copa de más. Algunos los recuerdan todavía en las noches de su portal, otros lo han visto en tiras cómicas de 'Zipi y Zape' o 'Mortadelo'. El sereno uniformado llevaba guardapolvos, gorro y un silbato por si debía pedir ayuda a compañeros que anduvieran cerca. El último que hubo en España fue Manuel Amago, que prestaba sus servicios en el barrio de Salamanca en Madrid, concretamente en la calle Doctor Gómez Ulla (donde hay una placa en su honor). La profesión en la capital desapareció oficialmente en 1986, cuando estos empleados se integraron en la plantilla del Ayuntamiento de Madrid. En la imagen, Blas, el sereno que aparece en la película 'Mi Calle', de Edgar Neville.
Los tiempos en los que un espectáculo de variedades era garantía de éxito seguro para el horario de máxima audiencia han quedado ya lejos. Hoy las actuaciones musicales en la televisión generalista están reservadas a algún espectáculo en las autonómicas ('Luar' lleva 25 años en la noche de los viernes en Galicia), visitas de cantantes de promoción a programas como 'Operación Triunfo' o las apolilladas galas navideñas. Y es inevitable acordarse de 'La Bola de Cristal', 'Aplauso', 'Popgrama', 'Musical Express' o 'Rockopop'. Hoy, cuando existe una enorme oferta de cadenas y el dedo del espectador es raudo a la hora de hacer 'zapping', las cadenas deben agarrarlo por las solapas de su pijama y muchos programadores consideran que la música puede hacer que aproveche para huir a otra cadena. Por eso, en programas como 'Sálvame', donde sobreviven las actuaciones musicales, siempre se canta una versión corta de la canción que se esté presentando, habitualmente de unos dos minutos de duración. Eso sí, otras plataformas demuestran que la música en directo goza de salud a través de una pantalla: YouTube, por ejemplo, emite en directo cada vez más festivales. Su emisión del Coachella en 2011 cambió las reglas a este respecto. En la imagen, Joaquín Sabina en el programa 'Rockopop' en 1992.
En los diez años que van de 2007 a 2017 se dejaron de vender un 60 % de diccionarios. Más de la mitad. En 2007, según datos de Voz Pópuli, se editaron 1.147 diccionarios en España. En 2015, solo 420. Pese a que podríamos pensar que el diccionario en papel ya es un objeto obsoleto en una era en la que la RAE tiene una web de consulta instantánea y otras como la Fundeu se han convertido en referencia para resolver dudas gramaticales, desde el mundo editorial hablan no de la sustitución del papel por la pantalla, sino de una crisis en su sector. En la imagen, Ofelia (Ivana Baquero) leyendo en la película 'El laberinto del Fauno' (2006).
El brasero es un término trágicamente asociado a noticias de accidentes e incendios en muchos hogares de España. Un informe de la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos reveló en 2014 que en los meses más fríos del año había un repunte de fallecidos en incendios debido a vecinos que usan métodos de calor como carbón o madera para calentar sus casas. El último incendio por un brasero eléctrico tuvo lugar en enero de 2018, en plena ola de frío, en Córdoba. El uso de calderas de carbón se prohibirá para siempre en Madrid en 2020, de acuerdo al Plan de Calidad del Aire. Se considera que los humos que emiten este tipo de calderas son muy tóxicos. Otro oficio que se queda ya antiguo es el de butanero: de 2003 a 2016 su uso ha descendido en casi un 45 % debido al desarrollo del gas natural. Cada en vez en menos casas se escucha aquello de “hay que cambiar la bombona, el agua sale fría”. En la imagen, escena de la película 'El sedcleto de la tlompeta', de Javier Fesser (1995).
La crisis y la proliferación de plataformas digitales para comprar billetes de transporte y elegir apartamentos u hoteles hicieron que 5.000 agencias de viajes cerrasen en España entre 2008 y 2013. Actualmente, acudir a una de ellas para organizar una escapada suena a rito del pasado o está reservado a nuestros familiares más mayores y poco familiarizados con las utilidades de la Red. Eso sí, muchas agencias han resistido reconvirtiéndose en agencias nicho que se han especializado en viajes muy concretos: para parejas, para discapacitados, para celíacos, para aficionados a deportes extremos… En la imagen, Antonio Alcántara abre una agencia de viajes en 'Cuéntame como pasó'.