Cartas al director

Pensiones dignas

El acto de no trabajar, salvo raras excepciones, es involuntario. Sabemos que antes de la reforma de las pensiones de 2013, para tener derecho a una pensión contributiva se tenían en cuenta los 15 últimos años de cotización para calcular su importe. Con el cambio de la ley, este periodo aumentará año tras año hasta 2022 en el que se calcularán los últimos 25 años trabajados y cotizados.

La reciente propuesta de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, de calcular voluntariamente las pensiones considerando toda la vida laboral, solo sería un parche para aquellos trabajador...

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El acto de no trabajar, salvo raras excepciones, es involuntario. Sabemos que antes de la reforma de las pensiones de 2013, para tener derecho a una pensión contributiva se tenían en cuenta los 15 últimos años de cotización para calcular su importe. Con el cambio de la ley, este periodo aumentará año tras año hasta 2022 en el que se calcularán los últimos 25 años trabajados y cotizados.

La reciente propuesta de la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, de calcular voluntariamente las pensiones considerando toda la vida laboral, solo sería un parche para aquellos trabajadores afectados por la crisis de 2008 y por la reforma laboral de 2012. Desgraciadamente, con esta medida, poco aumentará la pensión de los mayores de 50 años que perdieron su empleo en los últimos diez años y han alternado periodos de desempleo, contratos temporales y temporadas percibiendo el subsidio de 430 euros hasta su futura jubilación. Salvo que se tomen medidas contundentes para intentar igualarles al menos en su vejez con el resto de trabajadores que se han mantenido en el empleo, este grupo quedará relegado a la marginalidad por culpa de una crisis que ellos no provocaron y de la que, por ende, no son culpables.— José Solano Martínez. Cartagena (Murcia).

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