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Los incendios de California, explicados en 10 fotos

Más de 100.000 hectáreas han ardido alrededor de Los Ángeles por una combinación inusual de vegetación, sequedad y viento

El origen del peligro está en los llamados vientos de Santa Ana, un aire fuerte que viene del desierto hacia la costa y seca todo a su paso. Cuando sopla, la alerta de incendios es máxima. Normalmente, el fenómeno se produce a finales del verano, es muy raro que los vientos de Santa Ana soplen en diciembre. En esta imagen, la palmera da una idea de la velocidad a la que vuelan las pavesas ardiendo desde hace una semana. La foto es en Santa Paula, Ventura, la madrugada del lunes.RINGO CHIU (AFP)
En la noche del lunes al martes, miles de personas tuvieron que abandonar sus casas con lo puesto ante la velocidad del fuego. Los testigos aseguran que el incendio cruzó el pueblo de Santa Paula de lado a lado en media hora. Los vientos superaron los 100 kilómetros por hora. En la imagen, un vecino de Santa Paula se dispone a abandonar su casa aquella noche. RINGO CHIU (AFP)
El martes, los vientos de Santa Ana provocaron nuevos incendios más cerca de Los Ángeles. El llamado incendio Creek estalló en el valle de San Fernando, al norte de Los Ángeles, y amenazó casas al norte de la autopista 210, donde hubo que ordenar evacuaciones. Es una zona de ranchos y murieron decenas de caballos. El incendio Creek estaba controlado en un 90% el domingo. GENE BLEVINS (REUTERS)
El miércoles, se declaró un nuevo incendio en uno de los cañones de las montañas de Los Ángeles. En este caso, era el cañón donde se encuentra Bel Air, un barrio exclusivo con algunas de las mansiones más caras del mundo. Vecinos de varias calles de la urbanización fueron desalojados. Solo cuatro casas se incendiaron, una de ellas, la del exjugador de baloncesto ruso Andrei Kirilenko. ROBYN BECK (AFP)
El fuego en Bel Air bajó por la montaña hasta la autopista 405, la arteria norte-sur de Los Ángeles, que tuvo que ser cortada durante varias horas el miércoles. Las imágenes de los conductores pasando por al lado de la montaña ardiendo dieron la vuelta al mundo. Los Ángeles sufrió uno de los peores días de tráfico. Sí, eso es posible.FREDERIC J. BROWN (AFP)
El jueves, los vientos de Santa Ana provocaron un nuevo incendio, esta vez hacia el sur, cerca de San Diego. El incendio, bautizado Lilac Fire, ha destruido 182 casas y la velocidad a la que creció en las primeras horas hizo temer lo peor. La construcción típica en el sur de California es de madera. Prácticamente no existen las paredes de ladrillo. Casas como la de la foto, en Bonsall, San Diego, arden en minutos si les caen brasas ardiendo avivadas por el viento.DAVID MCNEW (AFP)
Esta semana ha llegado a haber seis grandes fuegos activos a la vez alrededor de Los Ángeles, que hasta el domingo habían quemado 103.000 hectáreas. Esta foto de la NASA es del martes y en ella no aparecen el último incendio de San Diego ni el de Bel Air. Los Ángeles se encuentra alrededor de ese saliente que se ve siguiendo la línea de la costa de derecha a izquierda. El olor a quemado ha invadido toda la costa sur de California en un momento u otro a lo largo de la semana. Se ha registrado un incremento de problemas respiratorios.AP
El viernes llegó a haber más de 200.000 personas evacuadas de sus casas por el peligro de los incendios. El domingo, unas 80.000 seguían sin poder volver, sobre todo los afectados por el Thomas Fire, en Ventura. Este es el paisaje que se encuentran al volver muchos de ellos. Más de 600 estructuras han ardido. El fuego llegó por el viento, y la destrucción es inquietantemente aleatoria. Hay casas arrasadas junto a otras intactas. Aún no se ha hecho una valoración de los daños económicos.MIKE NELSON (EFE)
El peligro no ha pasado. El viento sigue soplando con fuerza en Ventura (como se ve en la foto) y el incendio Thomas sigue creciendo. Ahora amenaza Ojai, uno de los pueblos más pintorescos del sur de California. Se han ordenado nuevas evacuaciones. La imagen es del sábado por la tarde. El incendio estaba controlado en un 10% el domingo por la noche después de seis días ardiendo. Más de 4.400 bomberos trabajan para contenerlo. La previsión es que el viento fuerte y seco del desierto continúe la semana entrante.REUTERS