Cartas al director

La conexión belga

El vínculo emocional del Govern con Bélgica se inició mucho antes de que Puigdemont se refugiase en Bruselas. En 1983, mientras Erik el belga habitaba la cárcel Modelo de Barcelona, la Generalitat decidió emularlo en su astuta labor de saqueo del patrimonio artístico español y compró ilegalmente un lote de piezas del monasterio de Sijena (Huesca). Operaciones similares se repitieron posteriormente. A pesar de la sentencia judicial firme que le obliga a devolver todas esas obras de arte, el Gobierno catalán sigue sin hacerlo con una parte de ellas. El pasado 31 de julio, en el último d...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El vínculo emocional del Govern con Bélgica se inició mucho antes de que Puigdemont se refugiase en Bruselas. En 1983, mientras Erik el belga habitaba la cárcel Modelo de Barcelona, la Generalitat decidió emularlo en su astuta labor de saqueo del patrimonio artístico español y compró ilegalmente un lote de piezas del monasterio de Sijena (Huesca). Operaciones similares se repitieron posteriormente. A pesar de la sentencia judicial firme que le obliga a devolver todas esas obras de arte, el Gobierno catalán sigue sin hacerlo con una parte de ellas. El pasado 31 de julio, en el último día del plazo que la justicia había concedido, un equipo del Gobierno de Aragón apostado en el monasterio esperó en vano su retorno. Hay quien ve en este pulso a la justicia española un experimento a pequeña escala que habría permitido explorar las posibilidades de éxito de una eventual desobediencia frontal al Estado. Superado el test, sintiéndose investidos de impunidad, en septiembre y octubre pasados decidieron culminar el plan.

Ahora está en manos del Gobierno de Rajoy restablecer la legalidad en Cataluña también en relación con el patrimonio aragonés expoliado.— José Luis Simón Gómez. Zaragoza.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En