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Los cielos de Londres y de la Bretaña francesa se tiñen de naranja

El viento de la tormenta Ophelia ha arrastrado partículas de los incendios forestales de España y Portugal así como arena del desierto del Sáhara provocando un color amarillo ocre en el cielo

El paisaje teñido de naranja en una carretera en Bretaña el 16 de octubre en Chasne-sur-Illet, al oeste de Francia.David Vincent (AP)
El cielo de Rennes, al oeste de Francia, ha permanecido todo el día con este inusual color. "Este matiz amarillento es del polvo que está en la atmósfera y el componente azul de la luz del sol es bloqueado por el polvo, pero el componente rojo sí pasa, lo que provoca que el sol parezca más rojo y así se obtiene este tipo de tinte amarillento", explica la Oficina de Meteorología de Reino Unido.MARIE DUFAY (AFP)
En Chasne-sur-Illet, Bretaña, el cielo mantiene un inusual tono amarillo-ocre. El fuego que asola el oeste de la Península Ibérica ha generado tal cantidad de humo que los vientos de la tormenta Ophelia lo ha arrastrado hacia Francia y Gran Bretaña, cubriendo sus cielos.David Vincent (AP)
Vista de los tejados en el centro de Rennes, en la Bretaña francesa, bajo un cielo teñido de naranja.MARIE DUFAY (AFP)
El cielo en Westminster se vuelve naranja debido a los vientos de la tormenta Ophelia que ha arrastrado arena del Sáhara y partículas de los incendios forestales que asolan el oeste de la Península Ibérica. MARY TURNER (REUTERS)
Gente andando en Canary Wharf, Londres, bajo una atmósfera que tiñe todo de un color ocre en pleno día.TOM JACOBS (REUTERS)
Un hombre pasea por la playa en Quiberon, al oeste de Francia, bajo un cielo amarillo-ocre.LOIC VENANCE (AFP)
"A medida que Ofelia se acerca desde las Azores, la tormenta ha ido arrastrando polvo sahariano del Norte de África y ceniza de los brutales incendios en España y Portugal", ha declarado una portavoz de la Oficina Meteorológica de Reino Unido. En la imagen dos chicas juegan con hojas secas en Westminster bajo el cielo cubierto de Londres. MARY TURNER (REUTERS)
La silueta de una gaviota frente al sol en Quiberon, al oeste de Francia, con el cielo cubierto de humo y polvo con un tono amarillo-ocre.LOIC VENANCE (AFP)
El sol adquiere un tono amarillo dorado en Putney y puede mirarse en pleno día debido a la capa de partículas y humo que cubre el cielo londinense.Rob Ball (Getty Images)