Ciudades por el comercio justo en América Latina
La campaña "Ciudades y Pueblos Latinoamericanos por el Comercio Justo", profundo desafío para el continente
Del 14 al 17 de septiembre de 2017 se ha desarrollado la Undécima Conferencia Internacional de las Ciudades por el Comercio Justo. Ha tenido lugar en Saarbrücken, pero con la característica de ser organizada por cuatro ciudades de tres países: Luxemburg, Trier, Saarbrücken y Metz, que juntas forman lo que se conoce como “QuattroPole”, una red de cooperación transfronteriza que ha encontrado en el comercio justo una razón más para la colaboración y el intercambio.
El lema de esta edición fue “Fair Trade Across Generations!”, un llamado urgente a las nuevas generaciones para que se involucren más en el movimiento. Pero también un llamado a los pioneros del movimiento para que promuevan procesos innovadores, escuchen nuevas propuestas y abran espacio a los jóvenes. En este sentido, durante la conferencia se dio bastante espacio también a la relación del movimiento con las universidades y los estudiantes. Muchas campañas de ciudades por el comercio justo están estrechamente ligadas a las campañas que se desarrollan con las universidades.
Al mismo tiempo, la conferencia tuvo una muy amplia participación de representantes de África, Asia y América Latina. En los últimos años, la campaña está viviendo el desafío de su ampliación en el Sur. A pesar de que el enfoque Sur-Norte, aún dominante en el comercio justo, no permite encontrar muchos productos de comercio justo en el Sur, los desafíos del calentamiento global, de las crecientes desigualdades, de las migraciones forzadas y del decrecimiento, abren oportunidades para la construcción de un nuevo equilibrio, donde el comercio justo Norte-Norte y Sur-Sur jugarán un papel cada vez más importante.
En América Latina, las tres redes de productores de comercio justo CLAC, WFTO-LA y SPP-Global están promoviendo una coordinación regional de la campaña global. Asimismo, esperan que otros continentes como África y Asia puedan asumir el mismo reto, desde el protagonismo de los productores. Éstos deben ser considerados como verdaderos actores de desarrollo y no como simple beneficiarios. Lamentablemente, cambiar la visión eurocéntrica en las relaciones globales no es fácil, pero se están dando pasos importantes y América Latina los está protagonizando.
La campaña Ciudades y Pueblos Latinoamericanos por el Comercio Justo representa un profundo desafío para el continente. Muchos países latinoamericanos tienen el potencial de convertirse en consumidores de productos de comercio justo. Sin embargo, para llegar a ello, hay que avanzar de manera decida con la promoción de acciones de incidencia, sensibilización, comunicación y promoción. Hay que promover la agregación de valor en el Sur, para que las organizaciones de productores puedan colocar en los mercados productos terminados. Al mismo tiempo, hay que construir nuevas relaciones estratégicas con pequeñas y medianas empresas latinoamericanas, para ampliar el número de productos terminados que incluyen materias primas de comercio justo. De esta manera, el consumidor podrá encontrar más productos en el mercado. De lo contrario, sin productos disponibles, toda acción de incidencia o sensibilización tendrá un alcance limitado.
La próxima Conferencia se desarrollará en Madrid, ciudad por el comercio justo desde el año 2011. En España la Cooperativa Ideas es la organización que está coordinando la campaña a nivel nacional. España cuenta ya con 16 ciudades reconocidas como “Ciudades por el Comercio Justo”, y muchas otras que ya empezaron sus campañas locales. Para América Latina se trata de un desafío importante. Sobre todo una oportunidad de establecer lazos más directos con las ciudades por el comercio justo en Europa, dada la cercanía cultural y política entre España y los países del continente.
Muchos países latinoamericanos pueden convertirse en consumidores de comercio justo
En este sentido, los próximos meses serán muy relevantes para profundizar la campaña en América Latina. Las tres redes de productores deberán invertir más recursos (económicos, humanos y de tiempo) para fortalecer los procesos en marcha y empezar nuevos. ¡Todos los actores locales, nacionales y regionales, tanto públicos, como privados y de la sociedad civil, están llamados a apoyar estos esfuerzos!