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15 pruebas de que incluso los mejores han fracasado al menos una vez

Por prisas, dinero o falta de inspiración, hasta los grandes genios han metido la pata

Es 1974 y a Elvis ya le da todo igual. Bueno, todo menos el dinero. Tiene que grabar un disco por contrato con RCA y a su agente, el Coronel Parker, se le ocurre dársela con queso a la discográfica con 'Having Fun With Elvis On Stage' o, lo que es lo mismo, una grabación al más puro “Los mejores chistes de Marianico El Corto”. Era una grabación en directo de un concierto de Elvis… pero sin música. El Rey contaba anécdotas y se hacía el gracioso entre canción y canción con los miembros de su banda o con el público. Lógicamente, fue un desastre de ventas en las tiendas (y en las gasolineras).
John Galliano llevaba 15 años zurciendo para Dior entre loas a su creatividad sin parangón cuando descubrimos que, más que la moda, lo que le gustaba era la política. En un estado de embriaguez galopante no se le ocurrió otra cosa que liarse a gritar “Amo a Hitler” en una cervecería francesa. Además de admirar al señor del bigote también se declaró fan de las cámaras de gas. Hay maneras más efectivas de conseguir que te echen del trabajo… pero no se nos ocurre ninguna.Getty
Hay tal componente de mitomanía con respecto a la música clásica, que se hace imposible criticar a los grandes genios so pena de arriesgarse a una querella criminal. Con 'La victoria de Wellinton', opus 91, de Ludwig van Beethoven, sin embargo, nos atrevemos a tirarnos a la piscina. Más que nada, porque fue el propio Beethoven el que consideró esta obra como “una estupidez”. Obviamente, Ludwig tal vez fue excesivamente severo y no vivió lo suficiente para enfrentarse a cosas como el 'Toma pepinazo', de Leticia Sabater.Getty
Ronaldo Luis Nazario de Lima apenas tenía 19 años cuando ganó el Mundial de 1994, así que llegaba a la final del Mundial de Francia 1998 en la plenitud de su carrera tras haber asombrado al planeta en el PSV y el Barça. En el Stade de France se enfrentaba la magia brasileña contra la efectividad francesa, Nike contra Adidas, Sudamérica contra Europa y sí, Ronaldo contra Zidane. El partido de Ronaldo fue desastroso y Francia venció 3-0. Luego se supo que la noche de Ronaldo había sido ajetreada, y no por aquellas legendarias noches del Buddha Bar. Al astro lo habían tenido que llevar en plena noche a un hospital para tratarle unos extraños espasmos nerviosos. La cosa fue tan seria que acabó en una investigación del Congreso de Brasil. Todavía hoy, no sabemos si se trató de un ataque de epilepsia o de ansiedad e incluso hay quien afirma que los franceses lo drogaron en el hotel de concentración. Cuatro años después, Ronaldo se quitó la espinita ganando el Mundial de Japón metiéndole un par de goles al malcarado guardameta alemán Oliver Kahn. Ese día, lo único lamentable fue su peinado.Getty
Dotado de un sentido del espectáculo único, David Bowie pinchó en hueso con la gira Glass Spider Tour. El título se justificaba por la presencia de una araña de cristal de una altura de 18 metros, con un peso estimado de 360 toneladas, y que precisaba de 43 camiones para transportarla. Demasiado peso para tanto viaje, en un gira que se anunciaba apoteósica con 86 fechas, repartidas entre seis meses y tres continentes y que fue un desastre absoluto. Entre otras cosas, porque cuando llovía, la araña no se podía encender… y aquel verano llovió muchísimo. La leyenda cuenta que, tras el último concierto en Auckland, la banda quemó la araña en un rito de purificación. Hoy se dice que está en un almacén de Nueva Zelanda.Getty
Hinchado por el éxito de 'La guerra de las galaxias', George Lucas intentó estrujar al gungan de los huevos de oro con un especial televisivo navideño. Chewbacca vuelve a su planeta para disfrutar de la festividad wookie en medio de números musicales al más puro estilo Telepasión española. Tras una primera recepción entusiasta, la cinta ha sido utilizada como escarnio y mofa de la saga, hasta el punto que se comenta que Lucas intentó destrozar todas las copias para que no se viera ni en este planeta ni en una galaxia muy, pero que muy lejana.Getty
David Beckham era una máquina de poner centros… y otra de hacer dinero con su imagen personal. Por eso extrañó tanto al personal que, en un partido del Mundial de Francia de 1998 perdiera los nervios y fuera expulsado, siendo insultado hasta la saciedad por sus compatriotas (más que nada, porque perdieron el partido). Cierto, el otro equipo era Argentina, la bestia negra de su selección desde el asuntillo aquel de “la mano de Dios” y más cierto aún, el que le sacó de quicio fue un tal Diego Pablo Simeone, experto en fútbol, antifútbol y überfútbol, pero Inglaterra jamás le perdonó que metiera la pata(da).Getty
Vacilaron a toda la humanidad metiendo tantas canastas como hamburguesas se zampaban entre partido y partido, pero los Jordan, Bird, Magic y compañía no eran imbatibles. De hecho, hasta el año pasado no se supo que el equipo de baloncesto de EE UU de las Olimpiadas de Barcelona 92, el más fantástico que jamás haya formado sobre una pista de baloncesto, perdió un partido. Lo hizo contra jugadores universitarios, entre los que se encontraban Chris Webber o Grant Hill, durante su preparación. 54 a 62 fue el resultado final aunque, para no estropear la leyenda, los testigos afirman que todo fue culpa del entrenador, Chuck Daly, que dejó a Michael Jordan en el banquillo medio partido para que sus endiosados pupilos no se confiaran cuando llegara el momento de la verdad.Getty
Para uno de los pocos que tenemos, vamos a lucirlo: Juan Ramón Jiménez, el Premio Nobel de Literatura, tenía un talento tan grande como su neurosis. Perfeccionista, de repente se dio cuenta de que algunos de sus poemas primerizos no estaban a la altura. Así que, ni corto ni perezoso, intentó destruir todos los ejemplares de 'Almas de Violeta' y 'Ninfeas'. Como llegó demasiado tarde, cuentan que empezó a robarlos de las bibliotecas que los habían comprado. ¿El poeta ladrón? ¿Es o no es de un lirismo maravilloso?Cordon
Tras pasarse buena parte de los 80 aspirando cocaína, Martin Scorsese redescubrió la paz en los 90. Neoyorquino de pura cepa, lo hizo como solo se hace en la Gran Manzana: a través de la filosofía oriental. Hasta ahí, bien. Lo malo es que quiso que los demás lo supiéramos con una película infumable como es 'Kundun', en 1997. Una biografía del Dalái lama que hizo que muchos nos reencarnáramos en un bostezo.Getty
Marlon Brando era un genio, no solo por su interpretación, sino por haber hecho realidad el sueño de todo quisque: trabajar más bien poco y cobrar muchísimo y, además, dándose el gustazo de fastidiar al personal todo lo que podía. Ese era su plan cuando, en 1996, se enroló en 'La isla del Dr. Moreau', dirigida por John Frankenheimer. Orondo, apático y deprimido por el suicidio de su hija Cheyenne, a Brando ya no le apetecía ni hacer sufrir al equipo con sus continuas ausencias. Simplemente, descansaba en su tráiler bajo el aire acondicionado mientras los demás sudaban la gota gorda en medio de la jungla. Para no tener que gesticular, pidió que su personaje tuviera la cara embadurnada de pintura blanca, y que le acompañara siempre un Mini-Yo vestido como él que distrajera al público de su vagancia. Cuando se estrenó, ni los más brandonistas fueron capaces de defender una interpretación tan esperpéntica. Ganó el Razzie al peor actor de aquel año, y bien merecido lo tuvo.Cordon
Se supone que a la mayor estrella del diseño le gustan los limones… Lo cual explica por qué su diseño de un exprimidor es una birria: así se los queda él todos. Con su apariencia de nave espacial, su única funcionalidad era hacerse el interesante ante las visitas. Y ojo, no lo decimos nosotros, lo dijo él: “No está diseñado para exprimir limones, sino para iniciar conversaciones”.Getty
Se nos vendió a Jobs como el nuevo Leonardo Da Vinci y tal vez por eso, como él, muchas de sus invenciones han sido sonoros fracasos. Uno de los peores fue la Apple Bandai Pippin o lo que es lo mismo, una consola con nombre de hobbit con la que la empresa de Cupertino pretendía hacer frente a la PlayStation de Sony. Sus principales problemas eran dos: para variar, era la consola más cara del mercado y su gran atributo era la capacidad de conectarse online… cuando nadie tenía internet en casa.Getty
Pues sí, los Beatles también hicieron cosas mal. Al principio de su carrera, en 1964, alguien tuvo la brillante idea de sugerirles que interpretaran sus temas en alemán. El resultado fue el single 'Komm, gib mir deine Hand' / 'Sie liebt dich' o, lo que es lo mismo, sendas versiones de 'I Wanna Hold Your Hand' y 'She Loves You (yeah yeah yeah)'. Las hermosas melodías de la banda acaban sepultadas en un océano de consonantes hasta convertirse en irreconocibles. Quien dijo que en su canción 'Revolution 9' solo había ruido es porque no ha escuchado este desastre.Getty