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Un regalo envenenado

El Groupe Chimique Tunisien da empleo a miles de vecinos y la explotación de fosfato representa el 3% del PIB del país, pero sus consecuencias han puesto la población de Gabes en alerta

Gabes (Túnez) - 08 may 2017 - 08:33CEST

Slah Rhayem muestra el lugar donde se producen los vertidos de fosfoyeso.Marc Almodóvar

Cerca de 13.000 toneladas de fosfoyeso son vertidas cada día al mar sin control alguno.Marc Almodóvar

Tras 40 años de actividad industrial intensiva en el antes prolífico golfo de Gabes, la actividad pesquera se ha reducido de 5.000 a unos pocos centenares de pescadores.Marc Almodóvar

Niños de Shat el-Salem juegan a pocos metros del complejo industrial de GCT.Marc Almodóvar

El Groupe Chimique Tunisien (GCT) da empleo a miles de vecinos y la explotación de fosfato representa el 3% del PIB del país, pero sus consecuencias han puesto la población de Gabes en alerta.Marc Almodóvar

Los vertidos de fosfoyeso dibujan serpenteantes meandros antes de llegar al Mar Mediterráneo.Marc Almodóvar

Bechir Zidi muestra un pequeño huerto donde se cultiva tabaco mientras resalta que las palmeras están enfermas.Marc Almodóvar

Pintadas en contra de la polución a las puertas de un parque infantil.Marc Almodóvar

La suciedad envuelve el complejo industrial del Groupe Chimique Tunisien.Marc Almodóvar

Los vecinos de Shat el-Salam organizan una manifestación pidiendo el fin de los vertidos.Marc Almodóvar

Un par de mujeres sostienen una pancarta que reza: "Aturad las industrias contaminantes de Gabes"Marc Almodóvar

Un chico se resguarda de la lluvia durante la manifestación.Marc Almodóvar

Slah Rhayem durante la manifestación por el fin de la contaminación de Gabes.Marc Almodóvar