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Hepatitis B y C, nuevos retos para Camerún

Estas enfermedades afectan a unas 2,2 millones de personas en el país. La coinfección con VIH y el consumo de alcohol agravan el problema

A la entrada del hospital, un taburete hace de consigna para los documentos de identidad, que se depositan sobre él. Las cartillas que expide el centro son un cuadernillo que se rellena a mano. Ahí se apuntan los tratamientos y las citas orientativas. Muchos de los que se acercan hasta Bikop no son del pueblo, sino de ciudades de todo el país, atraídos por sus precios y su buen servicio.Alberto G. Palomo
Un trabajador del centro de salud examina en el laboratorio las muestras del análisis que determina diferentes enfermedades. También se detecta y se previene el contagio del VIH de madre a hijo, con cada vez más casos donde los bebés que nacen de madres seropositivas son seronegativos. Alberto G. Palomo
Las responsables de la farmacia dispensan los medicamentos que necesitan los pacientes. Expiden hasta 2.000 comprimidos para la malaria en una semana. El tratamiento del VIH es gratuito, subvencionado por el Gobierno. El resto de fármacos intentan recetarlos con el precio más ajustado.Alberto G. Palomo
La consulta cuesta 500 CFA, menos de un euro. La gente llega desde primera hora de la mañana y coge un número. El ambulatorio atiende de 7.30 a 15.30, dependiendo de la afluencia. La media son 90 personas al día, pero llegan a concentrarse hasta 120. Con su libreta personal, pasan al laboratorio o directamente a la consulta médica. Disponen de cocina y un puesto con comida para pasar las horas o días necesarios, en caso de hospitalización.Alberto G. Palomo
Tchame Reme Diendame tiene 52 años y se vanagloria de llevar desde 1989 en la clínica. Es uno de los más veteranos y se encarga de cobrar con antelación los medicamentos y apuntar cada movimiento.Alberto G. Palomo
En caso de dar positivo en la prueba de VIH, los pacientes son derivados a la orientadora. Lo primero que hace es preguntarles si tienen información. Después se les asesora sobre los pasos a tomar. Las reacciones del paciente son diversas. De negación e incredulidad, muchas de ellas. A las madres se les aconseja que lleven a sus hijos para hacerles también la prueba. Después pasan con la doctora.Alberto G. Palomo
El joven N. J. P., de 28 años, apenas puede hablar y sus piernas no responden. En la pantalla, los médicos observan un tumor en el hígado que, seguramente, se ha extendido a la columna vertebral. Es irreversible e intratable. Le dan tres meses de vida.Alberto G. Palomo
El tumor que se ve en la pantalla se ha desencadenado por una hepatitis B. Según datos de la directora del centro, Ana Gutiérrez, hay un 12% de pacientes con hepatitis B y un 1,3% con C en esta región. La falta de prevención, el incumplimiento del tratamiento y el consumo de alcohol agravan la dolencia.Alberto G. Palomo
La enfermera Faustine Kizimba prepara el suero para un recién hospitalizado. Una sala llena de camillas se presenta casi vacía ante el fin de semana. El hospital está especializado en cuidados paliativos.Alberto G. Palomo
Una madre y su hijo descansan en una de las camillas. Ella, de 27 años y ocho hijos (cinco niños y tres niñas), padece paludismo y VIH. Lleva tres días recibiendo las pastillas para tratar la malaria y su estado mejora, pero aún se siente sin apetito y fatigada.Alberto G. Palomo
La hermana Rosi García Martínez Peñalver atiende en su casa, de camino al hospital, a una mujer nonagenaria con cáncer de cuello de útero. La dolencia se ha extendido a la vagina y permanece postrada en la cama. Apenas puede hablar. Tiene anemia y dolor generalizado.Alberto G. Palomo
Un hombre de 93 años y su mujer esperan en una de las habitaciones del hospital. Él contrajo paludismo hace unos días y llegó muy deshidratado. Ahora recibe suero, vitaminas y cuidados de confort durante su estancia. "Tiene suerte porque está su esposa. Muchos vienen solos, abandonados", dice la enfermera Kizimba.Alberto G. Palomo
Una pizarra de una de las salas muestra información sobre el VIH. Qué es, cómo se contagia, cómo se previene y cómo se trata. Desde el centro imparten cursos en escuelas primarias y secundarias de la zona y organizan reuniones periódicas de sensibilización.Alberto G. Palomo
Una trabajadora imparte un curso sobre el cuidado prenatal frente a varias asistentes. En la charla se las informa de los riesgos, de la necesidad de saber si presentan algún virus y de la forma de prevenir posibles dolencias.Alberto G. Palomo