SUBJETIVAMENTE

Al pan, pan y al Tino, Tino

Aquí no tuvimos a Bowie pero disfrutamos de Tino Casal, que vuelve 25 años después del trágico accidente que se lo llevó de sopetón

Retrato del cantante Tino Casal sin fecha Retrato del cantante Tino Casal.EMI

Panes a la moda. Habemus panes y llegados de muy lejos, por doquier. Por ejemplo, no hay catering de postín que no incluya una bandejita de bao buns. Estos bollitos bao son unos minipanes japoneses a base de harina de trigo con un toque de vinagre, azúcar y sal. Tienen una hendidura horizontal rellena de carne, vegetales u otras delicias. Ya hay varios restaurantes que los proponen como plato casi único en el menú. Si siguen así pueden acabar haciéndole la competencia a la santísima hamburguesa. Pero en vez de una hay que comerse tres.
...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Panes a la moda. Habemus panes y llegados de muy lejos, por doquier. Por ejemplo, no hay catering de postín que no incluya una bandejita de bao buns. Estos bollitos bao son unos minipanes japoneses a base de harina de trigo con un toque de vinagre, azúcar y sal. Tienen una hendidura horizontal rellena de carne, vegetales u otras delicias. Ya hay varios restaurantes que los proponen como plato casi único en el menú. Si siguen así pueden acabar haciéndole la competencia a la santísima hamburguesa. Pero en vez de una hay que comerse tres.

Desde New York. Pero la cosa tiene más miga. Toda la vida tratando de no abalanzarnos sobre el pan como si no hubiera un mañana y, aparte del bao, no hay moderno que no se zampe un bagel después de subirse tres pisos con la bicicleta al hombro, como si estuviera en Williamsburg. Los bagels van camino de instalarse en nuestras costumbres como el kétchup, los cupcakes o las palomitas de maíz. Y todo por las películas, porque solo habíamos visto bagels en las calles de Nueva York. Ahora los tenemos hasta en El Corte Inglés.

Y del pan al Tino, Tino Casal. Aquí no tuvimos a Bowie pero disfrutamos de Tino Casal. De su música —Champú de huevo, Embrujada, Eloise— y su impactante compañía. Antes de Gagas y Gagos, él ya era espectacular. Habitual de la noche, ultrabronceado, extravagante. Mismo look de estrella tanto fuera del escenario como dentro de él. Y si escuchamos Eloise, la versión del clásico del 68 que grabó en el 87, todavía se nos ponen los pelos de punta como a los punks, los nuevos románticos o los héroes del Glam.

Tino Casal vuelve 25 años después del trágico accidente que se lo llevó de sopetón. Un recopilatorio de su obra, una propuesta de hijo predilecto de Oviedo —por asturiano— y pronto, en el Museo del Traje madrileño, una muestra sobre él. Tino vuelve, quizás nunca se fue.

Archivado En