A Caracas se llega por Santo Domingo

República Dominicana se convierte en el escenario de la mediación en Venezuela

José Luis Rodríguez Zapatero saluda a Nicolás Maduro

República Dominicana parece haberse convertido en parada ineludible para llegar a Venezuela. El país ha alojado en las últimas semanas las conversaciones que promueven el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, el panameño Martín Torrijos y el dominicano Leonel Fernández. Este diálogo, auspiciado por Unasur y que cuenta con el visto bueno explícito de la mayor parte del hemisferio, incluso de Estados Unidos, es por ahora una de las pocas vías para que el país sudamericano logre algún tipo de acuerdo entre las posiciones enfrentadas de Nicolás Maduro y la oposición que c...

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República Dominicana parece haberse convertido en parada ineludible para llegar a Venezuela. El país ha alojado en las últimas semanas las conversaciones que promueven el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, el panameño Martín Torrijos y el dominicano Leonel Fernández. Este diálogo, auspiciado por Unasur y que cuenta con el visto bueno explícito de la mayor parte del hemisferio, incluso de Estados Unidos, es por ahora una de las pocas vías para que el país sudamericano logre algún tipo de acuerdo entre las posiciones enfrentadas de Nicolás Maduro y la oposición que controla el Parlamento. Esta semana, la capital dominicana, Santo Domingo, albergó además la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El encuentro anual de cancilleres de las Américas suele provocar un bostezo automático por lo, a menudo, tedioso y largo de sus encuentros. No ha sido así esta vez. Los responsables del cambio han sido Venezuela y EE UU, que sorprendieron a todos con el anuncio de que habían llegado en Santo Domingo a un acuerdo para iniciar el deshielo particular de sus relaciones. El camino promete ser largo y complicado. Hace justo un año, en esta misma isla aunque en el país vecino, Haití, se produjo un primer encuentro bilateral de alto nivel que, sin embargo, no logró los frutos esperados. Pero un año da para mucho y mucho es lo que ha cambiado en estos 12 meses en la región, que cada vez ejerce más presión para que Caracas avance hacia una resolución de sus disputas internas.

Los primeros pasos se han dado en Santo Domingo. Esta semana continuarán en Washington, sede de dos citas clave en la OEA: mañana, la reunión pedida por Venezuela para que los expresidentes expliquen en qué punto se encuentra el diálogo entre Gobierno y oposición y, dos días más tarde, el 23, la cita para discutir sobre el estado de la democracia en el país sudamericano. Caracas debería ser la última estación. Aunque es posible que Santo Domingo siga siendo, por ahora, una parada necesaria.

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