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Casetas para los más afortunados en Nepal

En la región de Nepal más afectada por el terremoto, algunos se benefician de la ayuda internacional y ya tienen viviendas provisionales

El consorcio para la recuperación del terremoto, formado por varias ONG y financiado por Echo, la agencia de ayuda humanitaria de la Unión Europea tiene un programa para dar un hogar a las víctimas más vulnerables del terremoto hasta que puedan reconstruir sus viviendas. Además, trata de servir de ejemplo para los carpinteros, albañiles y los propios habitantes de las aldeas de Sindhupalchok aprendan a construir estas edificaciones modestas. En la imagen, Dal Bh Shakya termina el techo de uno de los regugios.Laxmi Prasad Ngakhusi
Shreejana Lama, de 27 años, vive en una de las cabañas temporales que ha fabricado el consorcio de reconstrución siguiendo estándares de seguridad. Ella y sus hijos, de uno y seis años, comparten la vivienda con el suegro y su marido en las épocas en las que vuelve de Katamandú, donde trabaja en un hotel.Laxmi Prasad Ngakhusi
Natra Bhadur Shrestha, de 56 años, trabaja en la reconstrucción de su aldea, en la región de Sindhupalchok. Se trata de un área montañosa donde yacen desperdigadas pequeñas poblaciones a las que hay que acceder tras horas de caminatas y vehículos todoterreno.Laxmi Prasad Ngakhusi
“Cada vez que el cielo se oscurece temo que pueda suceder otra vez. Yo creo que el 25 de abril habrá otro gran terremoto, pero al menos ya tengo experiencia, sé lo que sucede y que esta casa no se derrumbará sobre nosotros, pienso que la vida de mi familia no corre peligro”, dice Shreejana Lama en el interior de su vivienda temporal.Laxmi Prasad Ngakhusi
Ratna Bhadur Shrestha, de 53 años, quedó sepultado por los escombros, que le dejaron una pierna dañada.Laxmi Prasad Ngakhusi
La casa donde vivía Bimala Ghatraj, de 31 años (a la derecha), junto con su familia cayó en unos segundos. Sepultó a su sobrino de seis años, que pudo salir de entre las piedras. Su hermana, de dos, no fue localizada hasta cinco horas después del temblor. Ya estaba muerta.Laxmi Prasad Ngakhusi
Heam Lal Shakya, de 60 años, ha instalado una pequeña tienda de comestibles en la parte trasera del refugio temporal que ha construido con la ayuda de albañiles y carpiteros de su aldea.Laxmi Prasad Ngakhusi
Postha Raj Shakya, de 26 años, aplica las técnicas que ha aprendido para construir refugios temporales que resistan las embestidas de un eventual nuevo terremoto.Laxmi Prasad Ngakhusi
Raj Kumari Sunur, de 36 años, recoge agua tras la rehabilitación del depósito del que se abastece su aldea, en la región de Sindhupalchok. Durante meses, decenas de casas han tenido que compartir un solo grifo por el que salía escasa cantidad de líquido sucio.Laxmi Prasad Ngakhusi
Ram Kumak Kame trabaja en el techo de chapa de una de las viviendas. En Sindhupalchok, el paisaje ha cambiado: las casas de adobo y piedra son ahora pequeños diseminados que recuerdan a chabolas entre plantaciones de arroz, patata y otros vegetales.Laxmi Prasad Ngakhusi
Yashoda Karki, de 29 años, ha sido beneficiaria de otra de las cabañas piloto temporales que sirven como ejemplo al resto del pueblo para construir viviendas seguras en las que vivir hasta que reconstruyan sus hogares.Laxmi Prasad Ngakhusi
Sunita Bika, de 30 años, está participando en la construcción del refugio temporal donde vivirá. Toma como modelo las casas pilotos que se han construido en su zona y cuenta con la ayuda de carpinteros y albañiles que han sido formados dentro del programa de reconstrucción.Laxmi Prasad Ngakhusi
En Sindhupalchok, la mayoría de la población vive de la agricultura de subsistencia. Tuku Kumari Shrestha, de 52 años, prepara el maíz que ha recogido en el campo.Laxmi Prasad Ngakhusi