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La desnutrición de los niños mayas

En la región maya chorti, siete de cada diez niños sufren desnutrición crónica

El PMA atenderá este año a 110.000 familias en 84 municipios del país para ayudarles a pasar los meses de hambre estacional. En febrero de este año, la ONU hizo uno de sus mayores llamados de la historia para atender la sequía, una petición a la comunidad internacional de 55 millones de dólares.Carolina Gamazo
El fenómeno del Niño comenzó a hacerse presente en hace cuatro años, con unas fuertes sequías prolongadas que han dejado tres años de pérdida de cosechas. “En 2012 se presentó un primer déficit de lluvias que afectó al Corredor Seco tradicional. Hubo pérdidas de entre el 60% y el 70% de la producción de maíz. En 2013 se mantuvo ese déficit. 2014 fue un año muy seco, y 2015 súper seco", explica Iván Aguilar, responsable del programa Humanitario de Oxfam Guatemala.Carolina Gamazo
Juan Francisco García tiene 4 años y está en un proceso de recuperación de desnutrición aguda. En la imagen aparece apoyado en su padre. En Guatemala, prácticamente uno de cada dos niños menores de cinco años (el 49,8%) padece desnutrición crónica, según datos del PMA.Carolina Gamazo
En esta tierra parece que todo haya sido siempre igual y que nada vaya a cambiar. Las familias siguen con las mismas pequeñas parcelas de tierra y los mismos trabajos estacionales en las cosechas de café y caña. Las retribuciones —de Q40, Q30 diarios, unos 4,5 euros— nunca llegan al salario mínimo diario, fijado en Q78 (8,9 euros). Las casas siguen siendo construidas de adobe y techos de palma.Carolina Gamazo
En Guatemala hay unos 700.000 niños que trabajan. La media de estancia en la escuela es de tres años. La falta de comida aprieta. “Hay familias que viven con una comida al día. Aquí estamos en tierra de nadie, apenas podemos sobrevivir, no hay dinero para ir al médico. No le puedo decir hasta cuándo vamos a aguantarlo”, dice Edelberto Ramírez Méndez, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo de la aldea Tierra Blanca, Jocotán. En el caso de su familia, siete miembros se alimentan de dos quintales (50 kilos) de maíz al mes. Esto es, unos 240 gramos por persona y día.Carolina Gamazo
Después de tres años de sequía, todos los ríos de la región se han quedado sin caudal de agua. "La situación es crítica por la acumulación de impactos en la economía familiar. No es lo mismo que se te inunde la casa un año, a que durante cuatro años consecutivos estés perdiendo todo. Las familias cada vez tienen menos solvencia, menos activos que vender, menos recursos que utilizar para salir adelante...", señala Iván Aguilar, de Oxfam.Carolina Gamazo
Un 67% de los niños menores de cinco años del municipio de Jocotán padecen de desnutrición crónica, muy por encima de la media nacional. Pero a pesar de la gravedad de la situación, el presupuesto del Ministerio de Salud para combatir la desnutrición se ha reducido de 137,5 millones de euros en 2015 a 87 millones este año.Carolina Gamazo
La región maya chorti, establecida en el Corredor Seco, es la más afectada por la desnutrición. La economía de la zona se basa en la agricultura. Pero, en este caso, en una tierra agotada, es una agricultura de subsistencia e infrasusbistencia. Las familias cultivan en las laderas de las montañas y logran sacar del suelo lo justo para no morir de hambre: una cosecha de maíz y otra de frijol al año.Carolina Gamazo
Los niños con desnutrición tienen un tamaño menor al esperado y menor desarrollo de los órganos, entre ellos el cerebro, lo que se traduce en menor desarrollo del coeficiente intelectual. “Los niños no aguantan el hambre, nosotras sí. Ahorita sí lo estamos pasando mal. En mi casa somos 17, recuerda una vecina.Carolina Gamazo
Los barridos nutricionales efectuados en las comunidades tratan de identificar los casos de desnutrición aguda y crónica en los niños. Pero la situación no ha mejorado en años. Hay muchos niños desnutridos, que pasan a ser padres desnutridos y que tienen hijos, muchos hijos, también desnutridos.Carolina Gamazo
Melisa García (izquierda) tiene tres años y medio, su primo Omar, a su lado tiene dos años. La madre de Melisa está preocupada por su falta de crecimiento. De momento, a los padres de la zona no les queda otra que recoger su bolsa con 50 kilogramos de maíz para alimentarse durante unos días o semanas, dependiendo de cuantos sean. Hasta que se termine.Carolina Gamazo