Cartas al director

Empresas ‘offshore’

Casi todos los que son o fueron propietarios en las empresas offshore y aceptan su participación en ellas, manifiestan que ya las cerraron hace años o que ya cumplieron con sus obligaciones fiscales. La pregunta que cabe es: ¿para qué hicieron esas complicadas empresas tan discretas? ¿Para qué pagaron a tan lejanos y exóticos intermediarios? Es difícil no pensar que lo hicieron para ocultar esos patrimonios y así ahorrarse las obligaciones fiscales que les correspondían, o por ocultar los oscuros orígenes de los mismos. Entonces, ¿sería lícito pensar que, independientemente d...

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Casi todos los que son o fueron propietarios en las empresas offshore y aceptan su participación en ellas, manifiestan que ya las cerraron hace años o que ya cumplieron con sus obligaciones fiscales. La pregunta que cabe es: ¿para qué hicieron esas complicadas empresas tan discretas? ¿Para qué pagaron a tan lejanos y exóticos intermediarios? Es difícil no pensar que lo hicieron para ocultar esos patrimonios y así ahorrarse las obligaciones fiscales que les correspondían, o por ocultar los oscuros orígenes de los mismos. Entonces, ¿sería lícito pensar que, independientemente del cuándo y el porqué, son, o pudieron ser, en cualquier caso, delincuentes?— Santiago García Antón.

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