CLAVES

Avanzamos

Aunque cada uno sabía lo que estaba votando el 20-D, no sabía lo que votaría el de al lado

Dicen los más pesimistas que tras la votación de ayer estamos donde estábamos. Peor aún, que estamos abocados a unas nuevas elecciones que nos dejarán en el mismo punto de bloqueo, aunque nueve meses después. Todo lo ocurrido desde las elecciones del 20-D ha sido, concluyen, una inmensa pérdida de tiempo.

No necesariamente. El 20-D, los ciudadanos depositaron sus votos en las urnas afectados por una doble incertidumbre. Por un lado, aunque cada uno sabía lo que estaba votando, no sabía lo que votaría el de al lado. Muchos votaron estratégicamente para castigar a un partido o premiar a o...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Dicen los más pesimistas que tras la votación de ayer estamos donde estábamos. Peor aún, que estamos abocados a unas nuevas elecciones que nos dejarán en el mismo punto de bloqueo, aunque nueve meses después. Todo lo ocurrido desde las elecciones del 20-D ha sido, concluyen, una inmensa pérdida de tiempo.

No necesariamente. El 20-D, los ciudadanos depositaron sus votos en las urnas afectados por una doble incertidumbre. Por un lado, aunque cada uno sabía lo que estaba votando, no sabía lo que votaría el de al lado. Muchos votaron estratégicamente para castigar a un partido o premiar a otro pero sin saber cuál sería el tamaño final ni del castigo ni del premio. Esa incertidumbre se despejó la noche electoral al saberse que el partido que ganó las elecciones no sólo no podría formar gobierno en solitario sino que ni siquiera podría hacerlo en compañía de otros. Una información muy relevante que explica por sí sola todo lo ocurrido desde entonces.

La otra incertidumbre que velaba los ojos de los votantes el 20-D era la referida al valor y utilidad de sus votos. Nadie avanza antes de una elección si va a gobernar con alguien, y menos con quién lo va a hacer: su obligación es pretender que va a ganar por abrumadora mayoría y que no va a necesitar a nadie. A esa dificultad habitual hay que añadir que en la política española de hoy hay varios ejes posibles y no coincidentes entre sí en torno a los que agrupar fuerzas: derecha-izquierda, centro-periferia, viejo-nuevo, corrupción-regeneración. Pero estos dos meses han enseñado a los votantes para qué sirven los votos a los nuevos partidos.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Los votos a Ciudadanos, hemos sabido, no sirven para gobernar con el PP de Rajoy, aunque quizá sí con otro líder. Y los votos a Podemos no sirven para desalojar al PP de La Moncloa si no instalan allí un Gobierno de izquierdas y alineado con los soberanistas. Por su parte, ha quedado claro que el PP sólo puede gobernar consigo mismo y que el PSOE no quiere gobernar ni con el PP ni con Podemos. ¡Si hubiéramos sabido todo esto el 20-D! @jitorreblanca

Archivado En