Las comparaciones son odiosas

Nos dice la ACNUR que en 2014 se acumularon 59,5 millones de desplazados por la fuerza en el mundo: 38,2 millones de desplazados internos, 19,5 millones de refugiados y 1,8 millones de solicitantes de asilo. Por primera vez, Turquía se convirtió en el país que albergaba al mayor número de refugiados en todo el mundo (más de un millón y medio de personas), seguido de Pakistán, Líbano, la República Islámica de Irán, Etiopía y Jordania. Ya sé que las cifras referidas a un asunto humano tan hiriente no pueden compararse, pero lo de la crisis de los 172.000 desplazados en 2015 hacia la Unión Europe...

Nos dice la ACNUR que en 2014 se acumularon 59,5 millones de desplazados por la fuerza en el mundo: 38,2 millones de desplazados internos, 19,5 millones de refugiados y 1,8 millones de solicitantes de asilo. Por primera vez, Turquía se convirtió en el país que albergaba al mayor número de refugiados en todo el mundo (más de un millón y medio de personas), seguido de Pakistán, Líbano, la República Islámica de Irán, Etiopía y Jordania. Ya sé que las cifras referidas a un asunto humano tan hiriente no pueden compararse, pero lo de la crisis de los 172.000 desplazados en 2015 hacia la Unión Europea (500 millones de habitantes) resulta ridículo, si no fuera por el significado político que tiene la descoordinación y el egoísmo de los Estados miembros, y lo poco relevante que resultan la Comisión y el Parlamento Europeos como instituciones supranacionales que deberían ser capaces de superar la mediocridad y las prevenciones infundadas de los Gobiernos nacionales.— Luis Fernando Crespo Zorita.