Columna

Letras

Por eso me pregunto cómo habrán encajado ustedes las trompetas y los clarines que proclaman que la economía española ha vuelto a crecer al mismo ritmo que en 2007

Hola de nuevo. ¿Cómo están? Si comienzo diciéndoles que les he echado de menos, no me creerán y harán bien. Este año, todos necesitábamos mucho unas vacaciones y yo, ya lo saben, soy una mujer corriente. Sin embargo, precisamente por eso, hoy celebro la oportunidad de compartir con ustedes mi inquietud. ¿Recuerdan cómo vivíamos las personas corrientes en España hace ocho años? Hablo de 2007, cuando ningún español había recibido aún una carta en la que le anunciaban que iban a recortarle un 10% de su salario por las buenas, cuando los becarios cobraban por su trabajo, cuando no sabíamos qué sig...

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Hola de nuevo. ¿Cómo están? Si comienzo diciéndoles que les he echado de menos, no me creerán y harán bien. Este año, todos necesitábamos mucho unas vacaciones y yo, ya lo saben, soy una mujer corriente. Sin embargo, precisamente por eso, hoy celebro la oportunidad de compartir con ustedes mi inquietud. ¿Recuerdan cómo vivíamos las personas corrientes en España hace ocho años? Hablo de 2007, cuando ningún español había recibido aún una carta en la que le anunciaban que iban a recortarle un 10% de su salario por las buenas, cuando los becarios cobraban por su trabajo, cuando no sabíamos qué significaba la palabra ERE, cuando las empresas con beneficios no cerraban, cuando los jubilados no pagaban un céntimo por sus recetas de medicamentos... No pongo más ejemplos porque, si sigo, me quedo sin columna, pero tampoco hace falta porque estoy segura de que todos se acuerdan, ¿verdad? Por eso me pregunto cómo habrán encajado ustedes las trompetas y los clarines que proclaman que la economía española ha vuelto a crecer al mismo ritmo que en 2007. La recuperación se consolida, dicen. ¿La recuperación de quién? Al final, todo es cuestión de escoger entre ciencias o letras, igual que en el bachillerato. La crisis se ha terminado para las tasas, para las cifras, para los números. Pero los seres humanos somos más bien de letras, las que componen nuestros nombres y nuestros apellidos, las que nos amargan la vida a fin de mes. De letras son las verdades y las mentiras, también aquellas proclamas que hablaban de un sacrificio imprescindible, de una inversión en el futuro, de las rentas que obtendríamos a cambio de un esfuerzo transitorio. ¿El suyo ha sido transitorio? ¿Han vuelto ustedes a vivir como en 2007? Pues eso.

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