Editorial

Netanyahu se equivoca

Con sus lagunas e incertidumbres, el pacto con Irán contribuye a la seguridad de Israel

Benjamin Netanyahureuters

El pacto que impedirá a Irán durante unos años conseguir la bomba atómica ha venido a cambiar la dinámica política de Oriente Próximo y creado una tensión sin precedentes entre Washington e Israel, su indiscutible aliado regional. La gélida reunión entre el primer ministro israelí y el titular de Defensa estadounidense, Ashton Carter, lo ha manifestado. Jerusalén no oculta que su objetivo inmediato es intentar la liquidación del acuerdo por el Congreso de EE UU.

Israel ha sido la punta de lanza contra las ambiciones nucleares iraníes. Ha insistido en mayores sanciones, amenazado con rep...

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El pacto que impedirá a Irán durante unos años conseguir la bomba atómica ha venido a cambiar la dinámica política de Oriente Próximo y creado una tensión sin precedentes entre Washington e Israel, su indiscutible aliado regional. La gélida reunión entre el primer ministro israelí y el titular de Defensa estadounidense, Ashton Carter, lo ha manifestado. Jerusalén no oculta que su objetivo inmediato es intentar la liquidación del acuerdo por el Congreso de EE UU.

Israel ha sido la punta de lanza contra las ambiciones nucleares iraníes. Ha insistido en mayores sanciones, amenazado con represalias militares y arriesgado sus relaciones privilegiadas con Washington. Frente a la posición de Obama, Netanyahu cree que Irán volverá a mentir y que el acuerdo refuerza al ala más extremista de los ayatolás, y con ello acentúa la vulnerabilidad israelí.

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Netanyahu se equivoca. Con sus lagunas e incertidumbres, el pacto con Irán contribuye a la seguridad de Israel. Durante la próxima década Jerusalén no vivirá bajo la amenaza de la bomba atómica. Para un país en estado permanente de guerra se trata de un logro muy importante, que le permitirá asignar recursos a otros objetivos económicos y militares. El fracaso de las negociaciones de Viena sí que habría supuesto un riesgo inmediato para un Israel aislado regionalmente y con su gran valedor americano debilitado.

El contencioso nuclear con Irán no ha sido resuelto, solo pospuesto; pero, como consecuencia, Obama es hoy más garante de la seguridad israelí. En vez de pretender una improbable liquidación del acuerdo por el Congreso, el mercurial Netanyahu haría mejor en cultivar la excepcional alianza de su país con EE UU, tan provechosa históricamente para la salvaguarda de los intereses israelíes en todos los terrenos. Por debilitada que parezca, la necesita ahora y la necesitará para tratar con Irán en el futuro.

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