7 fotos

Bailando con tiburones ballena

Un proyecto de ecoturismo reduce la sobrepesca, protege al pez más grande del planeta y genera una industria sostenible

Los visitantes, en grupos de seis, alquilan barcas por 3.500 pesos (71 euros) para interactuar con los tiburones ballena en Donsol. El turismo local ha pasado de ingresar unos 370 a 452.000 euros por temporada en sólo una década.Ángel L. Martínez Cantera
La posibilidad de interactuar con los animales en su entorno salvaje ha multiplicado las visitas, de un millar a más de 25.000 anuales en menos de 15 añosÁngel L. Martínez Cantera
Todos los trabajadores son pescadores durante la mitad del año en que los tiburones ballena no visitan la costa local. El ecoturismo ha reducido la sobrepesca, regenerando los recursos marinos.Ángel L. Martínez Cantera
A diferencia de modelo de Donsol, los organizadores de la interacción turística en Oslob alimentan con plancton a los tiburones ballena para asegurar su presencia cercana a la costa.Ángel L. Martínez Cantera
La facilidad para interactuar con los peces gigantes y lo asequible del precio (7 euros para locales y 11 para extranjeros), ha llevado más de 1.500 visitantes diarios a Oslob desde que empezara este turismo en 2011.Ángel L. Martínez Cantera
Antes de que surgiese el proyecto en Donsol, 800 tiburones ballena fueron apresados en Filipinas. La pesca de uno sólo de estos ejemplares se pagaba a 230.000 euros.Ángel L. Martínez Cantera
Oslob ha creado una industria estimada en un millón de euros anuales (el doble de la de Donsol). Se han multiplicado los restaurantes y negocios a pie de playa, beneficiando a la economía local.Ángel L. Martínez Cantera