Tentaciones

El papá de Darth Vader es español

Salvador Larroca dibuja el regreso de Darth Vader a las viñetas en el cómic que cuenta sus horas más chungas en el Imperio. Se lo debe a la bragueta de Mark Hamill

Salvador Larroca junto a su nuevo retoño en viñetas: Darth Vader.

El papá de Darth Vader es un cachondo. Y español. Se llama Salvador Larroca. Lleva un par de décadas en la élite de los pintamonas, como los llama el Ibáñez de Mortadelo y Filemón. Haciendo suyos a la Patrulla X, los 4 Fantásticos, Spiderman o Iron Man. Fue también el primer dibujante español en ganar un Eisner, precisamente por el hombre de hierro al que convirtió en inmortal Tony Stark. Ahora, le ha tocado en gracia encargarse de Darth Vader, una de las dos series de tebeos con la que Marvel toma el testigo de Dark Horse y relanza Star Wars en viñetas a lo grande. ¿Y qué ha aprendid...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El papá de Darth Vader es un cachondo. Y español. Se llama Salvador Larroca. Lleva un par de décadas en la élite de los pintamonas, como los llama el Ibáñez de Mortadelo y Filemón. Haciendo suyos a la Patrulla X, los 4 Fantásticos, Spiderman o Iron Man. Fue también el primer dibujante español en ganar un Eisner, precisamente por el hombre de hierro al que convirtió en inmortal Tony Stark. Ahora, le ha tocado en gracia encargarse de Darth Vader, una de las dos series de tebeos con la que Marvel toma el testigo de Dark Horse y relanza Star Wars en viñetas a lo grande. ¿Y qué ha aprendido de ese gigantote asmático con casco de samurái? “Que tiene su corazón”.

Larroca se explica: “Es mi responsabilidad darle una motivación. Vale, que es un tío malvado. Pero sus acciones se explican por algo. Y creo que tanto yo como el guionista (Kieron Gillen) lo entendemos así”. Que se agiten emociones tras la armadura negra tiene su razón de ser. Este Vader se encuentra al borde de un ERE. La destrucción de la Estrella de la Muerte ha sentado como un tiro en el Imperio y el ojito derecho del emperador ha perdido el favor de su señor: “De hecho, nuestro cómic se llama Vader porque ha perdido el título de Darth. Tiene que ponerse las pilas para que alguien no le robe el sitio”.

Pero entre el estrés de mantener el curro y que no lo degraden, el bueno de Vader tiene otra preocupación. ¿Quién coño era el piloto que acertó en aquel pequeño tubo de escape térmico de dos metros de ancho? “Le encarga a Boba Fett que haga sus pesquisas. Y cuando vuelve con la información… Me encanta esa escena. Vader está en la nave, mirando a su flota por una ventana. Le dice: ‘Cazarrecompensas, qué tienes para mí’. Boba Fett contesta: ‘Solo un nombre. Skywalker’. Y crach, se cruje todo el cristal”.

Poco después, Larroca se gusta. Vader vuelve a Tatooine, su planeta natal, y el dibujante se marca una doble página espectacular. De fondo, los soles gemelos. Cabañas ardientes y arena. Sobre el desierto, cadáveres de moradores de las arenas, los asesinos de su madre, Shmi. Y en primer plano, Vader, la capa al vuelo, la pose soy guay. Un único bocadillo de texto: “Y no me queda nada más que hacer aquí”.

No todo es jauja de trabajar para una gran franquicia. “A ver, no estamos cavando zanjas. Partamos de que hacer cómic mola en sí mismo. Pero es verdad que el trabajo es un poco de cadena de montaje. Y eso que a mí ya me llegan los guiones aprobados. Yo me puedo cagar en alguna cosa, pero es el guionista el que desea la cabeza de alguien”. Pero le han pasado sus cosillas con Lucasfilm. La más fuerte, cuando decidió usarse como modelo para uno de los personajes del cómic. “Tuve que firmar un contrato asegurando que no me demandaría a mí mismo por violar mis derechos de imagen”.

Pero tiene sus ventajas. Meterse a sí mismo como personaje es una. Otra es que en uno de esos diagramas holográficos tan Star Wars aparezca de pronto España. “En Estados Unidos no lo sabe nadie, porque si se enteran, me ahostian”. Y sobre que en España los dibujantes estén bastante olvidados por los medios, a pesar de haber conquistado ya todas las fronteras, pues sin pelos en la lengua: “Pasa porque esto es España. Las críticas que he recibido de fuera han sido buenísimas. En España, regumalas: ‘Se tiene que meter a sí mismo de personaje’. ‘No sabe dibujar a Vader’. Me las paso por el arco del triunfo todas. Tampoco pretendo que cambien las cosas. No soy de hacer piña. Tiro de mi carro y punto”.

¿Y se espera algo de la nueva peli? “Pues tengo bastante, por no decir mucha expectación. Piensa que J.J. Abrams es un discípulo de ellos. Aunque bueno, Mark Hamill ya ha salido a decir que no va a ser la segunda venida de Cristo, que es una película. Pero para tú ese tren”. El mismo Mark Hamill al que le sujetó una carpeta para que pudiera subirse tranquilo la bragueta en los lavabos de la San Diego Comic Con, la verdadera razón que ve Larroca para que le dieran la serie de Vader.

—¿Le viste el sable a Luke?

—No, no se lo vi.

—¿Pero brillaba algo?

—[Risas] No. No brillaba.

Archivado En