Un triunfalismo que nos resulta extraño
El Gobierno ve y exhibe el vaso medio lleno y la oposición el vaso medio vacío. Así funcionan todas las democracias del mundo desde su invención; el problema viene cuando por la crisis el vaso está casi vacío y los Gobiernos y las clases dirigentes se empeñan en continuar como si siguiera medio lleno. Ahora, con el apoyo de algunos datos macroeconómicos, es lo que sucede en España con el machaqueo de que “somos el país que más crece de la zona euro” o, por citar otro ejemplo, con el Distrito Castellana Norte como “el mayor proyecto urbanístico de Europa”.
Y es que este triunfalismo “fin...
El Gobierno ve y exhibe el vaso medio lleno y la oposición el vaso medio vacío. Así funcionan todas las democracias del mundo desde su invención; el problema viene cuando por la crisis el vaso está casi vacío y los Gobiernos y las clases dirigentes se empeñan en continuar como si siguiera medio lleno. Ahora, con el apoyo de algunos datos macroeconómicos, es lo que sucede en España con el machaqueo de que “somos el país que más crece de la zona euro” o, por citar otro ejemplo, con el Distrito Castellana Norte como “el mayor proyecto urbanístico de Europa”.
Y es que este triunfalismo “fin de recesión” resulta tan extraño a la realidad cotidiana que su intento de elevar la moral de la tropa resulta contraproducente. Porque, también apoyados en datos fidedignos, España no sólo sigue siendo el segundo país con más paro de los 34 miembros de la OCDE, sino que en nivel de formación cultural o de “capital humano” seguimos en los últimos puestos de la Unión Europea, por no hablar del nivel de desigualdad socioeconómica. Es decir, que si se consolida el crecimiento económico sin acompasarlo con otras mejoras, seguiremos anclados en el mismo Estado-esperpento de hoy.— José Miguel Grandal López.