Imaginación humana
Mientras la Unión Europea persigue con uñas y dientes la armonización fiscal de sus Estados miembros, ciertos países con regímenes fiscales privilegiados —externos e internos a ella y por todos conocidos— hacen de su capa un sayo. En nuestro mundo globalizado y cada vez más comercial, en el que las distancias ya no son un impedimento para tener un negocio en uno u otro rincón del planeta, estos especiales refugios económicos se han convertido en paraísos de grandes empresas, famosos artistas y deportistas multimillonarios.
Y es que, pese a endurecer la normativa internacional que elimin...
Mientras la Unión Europea persigue con uñas y dientes la armonización fiscal de sus Estados miembros, ciertos países con regímenes fiscales privilegiados —externos e internos a ella y por todos conocidos— hacen de su capa un sayo. En nuestro mundo globalizado y cada vez más comercial, en el que las distancias ya no son un impedimento para tener un negocio en uno u otro rincón del planeta, estos especiales refugios económicos se han convertido en paraísos de grandes empresas, famosos artistas y deportistas multimillonarios.
Y es que, pese a endurecer la normativa internacional que eliminase estos territorios ilegales de baja contribución, nadie podrá acabar con la imaginación humana, con lo que a buen seguro que seguirán existiendo por mucho tiempo.— Paloma Azón Ramos.