“En África, miles de mujeres mueren al parir y los ricos lo son cada vez más”

Ugandesa, de 55 años, la directora ejecutiva de Oxfam asegura que las africanas son las grandes víctimas de la pobreza

Winnie Byanyima, ugandesa, de 55 años, es directora ejecutiva de Oxfam.SOFÍA MORO

Luce portentosa y joven esta ingeniera ugandesa de 55 años, con su sonrisa amplia y su pelo corto. Pasó a toda prisa por España, como directora ejecutiva de Oxfam, para presentar un duro informe titulado Iguales, que pone número, culpa y paisaje al horizonte oscuro de la desigualdad. Byanyima se dedicó un tiempo a la diplomacia y ha sido parlamentaria, intentando construir democracia, dice, de los lodos que dejó la dictadura de Idi Amín.

Casada y con un solo hijo (“atípico allí”, se ríe), ha tenido además cargos en Naciones Unidas y la Unión Africana que le han dado perspectiva de género y derechos humanos. Dice que Oxfam “hace política grande con p pequeña”.

Pregunta. Uno de los principios de Oxfam es atajar los problemas de base, y eso es pura política… ¿Hasta dónde llega esa implicación?

Respuesta. Somos políticos, pero no al modo militante, no tenemos partido. Influenciar y promover cambios es nuestra tarea. Informamos y presionamos a los que deciden… Porque la pobreza es evitable. Peleamos por la justicia social, y esta no es cuestión de caridad, sino de decisiones justas.

P. Usted es de Uganda, pero vive en Londres…

R. Sí, nací allí y allí crecí, estudié en Inglaterra; salí cuando tuve que huir al exilio. Ahora vivo en Oxford, donde está el cuartel general de Oxfam.

P. ¿Sabe que Uganda es famosa por su homofobia?

R. No se debe juzgar a un país con una sola perspectiva. Uganda tiene una historia difícil. Venimos de una dictadura. Costó mucho salir… Hoy el Gobierno no es tolerante con los derechos de los gais, y esto es lamentable, pero no define al país en su totalidad. Crecer en derechos humanos es un proceso.

P. Y en Occidente juzgamos a otros con nuestros patrones…

R. En España no siempre fue igual; tuvieron una dictadura, la del general Franco, tuvieron que construir una democracia, una economía, los derechos de unos y otras…

P. ¿Y cuál es la situación actual de las mujeres en Uganda?

R. Tenemos Constitución, pero nuestra democracia no es verdadera, las elecciones son irregulares, los juzgados no son independientes. El Parlamento no es elegido de forma fiable, siempre vuelven los del Gobierno, incluso los militares. Pero sí, las mujeres estamos representadas: 40% en el Gobierno local; 33% en el Parlamento.

P. ¿Esto es general en África o es mejor en algún país?

R. Ruanda ostenta la tasa mayor de mujeres en todos los niveles , y tienen influencia real. Lo que importa es la calidad de la democracia.

P. ¿Qué países han llegado más lejos en ese sentido?

R. Sudáfrica y Senegal.

Byanyima comenta que la pobreza es creciente en el Norte, sí, pero remarca que una cosa es la relativa y otra la absoluta, cuando una mayoría muere de escasez de todo y ese todo significa no tener agua, ni luz, ni saneamientos, ni carreteras… “Eso es África aún: casi 400 millones de pobres de solemnidad y 16.000 multimillonarios”. Cuenta que las africanas son las grandes víctimas. “África es el continente más desigual, con más niños sin escuela, miles de mujeres muriendo al parir y ricos cada vez más ricos… Los jóvenes ahora viven en adultez suspendida, no llegan a ejercerla, sin trabajo. Los líderes no afrontan los retos”.

P. El presidente de Zambia acaba de morir en Londres. ¿Por qué un líder va a tratarse a un hospital europeo…?

R. Desigualdad. Esposas, hijos, todos se sirven de sus cargos. En mi país, el presidente usó un jet para que su hija pariera en Alemania. Un escándalo. Él contestó que ningún médico era de fiar…

Byanyima opina que la falta de servicios tiene que ver, además de con la inacción política, con que no se recaudan los impuestos debidos. “En 2010, solo dos países africanos carecían de recursos. Todos poseen minerales, petróleo, uranio… Pero esto no repercute en el bienestar general; nada o poco pagan las compañías por la extracción y los políticos corruptos se quedan el beneficio”. Especialmente preocupante para Oxfam es la cuestión de acaparamiento de tierras, usual ya en África y Latinoamérica… “Y peligroso para las mujeres. Porque muchos son terrenos comunales, de sus ancestros… Por el cambio climático, muchos países compran tierras de cultivo fuera para asegurarse alimento futuro. Los árabes, por ejemplo. Esto acaba afectando a la alimentación local”.

P. Solo hay dos presidentas hoy, en Malawi y en Liberia…

R. Ah, tendremos más, en Sudáfrica y hasta en países sorpresa, incluso en mi país. Quizá en Senegal o en Mozambique. Va a llegar…

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