Seres Urbanos
Coordinado por Fernando Casado

Ciudades comestibles

Foto de Chris Kreussling. Liberty Community Garden, Nueva York.

Hasta hace un siglo no era extraño que dentro de los límites urbanos se produjeran abundantes cosechas de alimentos. Sin embargo, tras la Segunda Guerra Mundial, las ciudades occidentales comenzaron a sustituir ese modelo de alimentación, basado en la escala local y la autosuficiencia, por otro basado en el transporte a larga distancia y el uso de combustibles fósiles. Así, la producción agrícola sale de las ciudades y éstas, comienzan a comerciar. Ahora, tan solo cinco empresas multinacionales controlan el 80% del comercio de alimentos internacional mientras que, paradójicamente, la mitad de las personas más pobres del mundo son pequeños productores o agricultores que producen el 70 % de la alimentación mundial.

Sin embargo, según el reciente Barómetro de cultura ecológica elaborado por Metroscopia, el 87% de los españoles considera muy necesario crear más espacios verdes y huertos ecológicos en las ciudades. Y quizá por eso, aumenta en ellas la oferta y demanda de alimentos de cercanía, producidos localmente, sin necesidad de viajar cientos de kilómetros hasta nuestra cesta de la compra. Y de alimentos que además, hayan crecido de manera ecológica. Así, Madrid ha constituido una Red de Huertos Urbanos, que no para de crecer. Y los cultivos ecológicos ocupan diversos espacios públicos urbanos en ciudades como Valencia, Sevilla o Zaragoza. Barcelona, además, y bajo los principios de la permacultura, está creando un bosque de alimentos.

Y es que, ya existen proyectos en otros países que se están convirtiendo en referentes de este cambio en la alimentación urbana. Ejemplo de ello son: Todmorten, un pueblo de 15.000 habitantes a 20 kilómetros de Manchester, que ha cubierto más de 60 de sus espacios públicos con verduras, plantas, flores comestibles y árboles frutales, acompañados de carteles donde se lee help yourself (sírvase usted mismo).

O el Beacon Food Forest en Seattle (Washington), un bosque de alimentos urbano de casi 3 hectáreas, cuidado por los vecinos de manera voluntaria y cuyos sus frutos son gratuitos para aquel que los quiera recoger. Sus objetivos: rehabilitar el ecosistema local, mejorar la salud pública, y concienciar acerca del impacto en el clima del actual sistema de producción de alimentos.

Comentarios

jo que interesante http://goo.gl/sweC2u
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