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Más allá de las risas

Enrique Jardiel Poncela (Madrid, 1901) fue algo más que un autor cómico. Tocó el cine, los relatos de misterio, los cuentos infantiles, las historias teatrales... Ahora, la Fundación SGAE cambia el nombre a su premio de teatro para ponerle los apellidos del dramaturgo y expone, hasta el 12 de noviembre, una muestra del Jardiel menos conocido.

11 nov 2014 - 07:44CET

El dramaturgo no solo tenía un profundo conocimiento de la estructura teatral, sino también de la industria que había detrás. Durante sus últimos años intento convertirse en empresario de la escena.

'Los cazadores de tigres' fue uno de los cuentos para niños que escribió en la década de los 20 dentro de la colección de la Biblioteca Macaco.

Durante la década de los 40 su presencia en la prensa fue constante. Sus comentarios, a veces conservadores, a veces no tanto, provocaron las críticas de las mentes más afines al régimen y también la de los silenciados republicanos. Él nunca se decantó, ni quiso que nadie lo hiciera.

En 1947, Enrique Jardiel Poncela envió una carta a un amigo quejándose de la bienvenida que los exiliados republicanos le habían hecho en Uruguay. Sabotearon todos sus estrenos porque su éxito en España, lo convertía, al otro lado del Atlántico, en afín al régimen de Franco.

Algunos de los títulos del autor escandalizaron a aquellos que se mantenían del lado conservador en la España en la que Jardiel Poncela vivió, más obligado que feliz, soñando con el champán, los coches rutilantes, y la idea cosmopolita y colorida de ciudades como Nueva York.

'El plano astral' es una de las novelas de Jardiel Poncela, un relato de fantasía sobrenatural que nutre el eclecticismo de un escritor, dramaturgo y director que dejó pocos géneros sin tocar. Fue la primera novela extensa de Jardiel, publicada por su periódico 'La Correspondencia de España' en 1922.

'La sonrisa de Vadi' fue uno de sus relatos de misterio dentro de la colección La Novela Misteriosa. En 1926, cuando aún no había comenzado a tocar el humor en sus textos, decidió intentar hacerse un hueco en el género. Creó un semanario que fracasó por una huelga de Correos; los suscriptores dejaron de recibir las pequeñas novelas.

Junto con 'El plano astral', 'Las defensas del cerebro' fueron el pico más alto de la época en la que Jardiel Poncela se inició en una suerte de literatura científica. Este libro fue parte de Nuestra Novela, textos de géneros diversos que fueron una de las publicaciones de narrativa breve más populares de los años 20, creada por Artemio Precioso.