Cocodrilo Juncker
El simple reconocimiento de los “errores” de la política económica de la UE y de los sufrimientos que ha supuesto para millones de europeos, trata de mostrar un rostro humano en uno de los ejecutores de esa política.
Su “aflicción” nos parece a la mayoría de los trabajadores europeos lágrimas de cocodrilo. ¿Cómo devolverá sus viviendas a los que las perdieron? ¿Cómo la salud a los que la empeoraron o la perdieron por los recortes sociales? ¿Qué trabajo dará a los jóvenes parados? ¿Y a los viejos de 40 años que el mercado rechaza? Sólo palabras. La política keynesiana no se sabe dónde e...
El simple reconocimiento de los “errores” de la política económica de la UE y de los sufrimientos que ha supuesto para millones de europeos, trata de mostrar un rostro humano en uno de los ejecutores de esa política.
Su “aflicción” nos parece a la mayoría de los trabajadores europeos lágrimas de cocodrilo. ¿Cómo devolverá sus viviendas a los que las perdieron? ¿Cómo la salud a los que la empeoraron o la perdieron por los recortes sociales? ¿Qué trabajo dará a los jóvenes parados? ¿Y a los viejos de 40 años que el mercado rechaza? Sólo palabras. La política keynesiana no se sabe dónde está ¿En los 300.000 euros en tres años que no se sabe de dónde saldrán, ni de qué forma, ni quién los dará? Comienza la saga de los políticos-saurios en Europa: Al caimano Berlusconi (Moretti dici) le sigue el cocodrilo Juncker. Va bene.— Fernando Balcells.