Marchas “de” la dignidad
Aprovechando el doble nombre con que, en información publicada en su periódico, se refieren a las marchas del 22 de marzo, a las que llaman Marchas de la dignidad y también Marchas “por” la dignidad, hagamos un apunte.
Las Marchas son “de” la dignidad, y esto es porque esta no se ha perdido, se conserva, y, desde la misma, trabajadores —en paro y en activo— o estudiantes, pensionistas, ciudadanos de todo el Estado español confluiremos en Madrid para manifestarnos contra esta degollina económica y social que, desde las altas instancias políticas y financieras, se produce y jalea sin escr...
Aprovechando el doble nombre con que, en información publicada en su periódico, se refieren a las marchas del 22 de marzo, a las que llaman Marchas de la dignidad y también Marchas “por” la dignidad, hagamos un apunte.
Las Marchas son “de” la dignidad, y esto es porque esta no se ha perdido, se conserva, y, desde la misma, trabajadores —en paro y en activo— o estudiantes, pensionistas, ciudadanos de todo el Estado español confluiremos en Madrid para manifestarnos contra esta degollina económica y social que, desde las altas instancias políticas y financieras, se produce y jalea sin escrúpulo alguno; ahí el matiz: sin un ápice de dignidad.
Así, las marchas “por” la dignidad deberían hacerlas todos esos chamarileros y mercachifles directamente responsables de esta situación asfixiante, abandonando sus poltronas y sus bastonzuelos de mando. Ellos son los que han perdido la dignidad y por dignidad deben marcharse.
Desde nuestra dignidad, seguimos en marcha.— Pablo Luna Torres.