Kate Moss debuta como editora de moda
'Vogue' publica el primer trabajo de la modelo como estilista. Su única concesión a su lado salvaje fue llevarse a la modelo de fiesta
Kate Moss ya puede añadir una ocupación más a su currículo. La edición británica de la revista Vogue ha publicado esta semana la primera colaboración de la modelo como editora de moda. Con 33 portadas de Vogue en su haber y 25 años de experiencia en la industria, Moss se estrena detrás de la cámara y se forja camino como fabricante de imágenes.
El especial de moda de 14 páginas, incluido en el número de marzo, recibe el título de ...
Kate Moss ya puede añadir una ocupación más a su currículo. La edición británica de la revista Vogue ha publicado esta semana la primera colaboración de la modelo como editora de moda. Con 33 portadas de Vogue en su haber y 25 años de experiencia en la industria, Moss se estrena detrás de la cámara y se forja camino como fabricante de imágenes.
El especial de moda de 14 páginas, incluido en el número de marzo, recibe el título de Cause Célèbre y está protagonizada por la modelo Daria Werbowy, en esta ocasión casi irreconocible gracias a una peluca teñida de colores. Como fotógrafos, Moss eligió al dúo Mert Alas y Marcus Piggot, amigos personales de la top y responsables de su sesión fotográfica para la revista Playboy que realizó al cumplir 40 años.
Para su debut la maniquí londinense se inspiró en Niagara, la cantante de la banda underground de Detroit Destroy All Monsters, en activo durante las décadas de los setenta y ochenta. Moss ha tomado prestado de Niagara su melena salvaje, minúsculas minifaldas de cuero y su predilección por salir al escenario en sujetador.
La directora de la revista Alexandra Shulman se muestra encantada con el resultado. En su carta abierta se refiere a Moss como uno de los “grandes espíritus libres de nuestro tiempo” y admite que no se sorprendió al saber que la top dedicase el espacio concedido en la revista al estilo del rock más rebelde.
Sin embargo, su nueva jefa ha desvelado que Moss dejó su reputación indómita de lado y desempeñó su trabajo de una manera extremadamente profesional. “Recopiló las ideas iniciales, eligió la ropa y colocó los accesorios a la modelo. Kate se comportó como una auténtica editora de moda”.
No ha trascendido si su sueldo es similar al del resto de colaboradores, pero la modelo se ajustó cuidadosamente a los patrones que debe seguir una estilista de Vogue. Seleccionó marcas que se anuncian habitualmente en la publicación y también grandes firmas que a la vez son sus personalmente predilectas como Saint Laurent, Vuitton o Vivienne Westwood. Su única concesión a su lado salvaje fue llevarse a la modelo de juerga la primera noche de trabajo, según ha revelado entre escandalizada y encantada Alexandra Shulman.
Su 40 cumpleaños ha traído a Moss una nueva etapa de éxitos profesionales. A su nuevo papel editorial se unen su contrato como imagen de Alexander McQueen y la vuelta de su exitosa colección de ropa para la cadena británica Topshop, que se comercializará en primavera.