Once años y un día
Once años para dictar una sentencia. Un Xacobeo. Una niña de sexto de primaria. Media hipoteca. Un nuevo adulto. Un nuevo adolescente. Comuniones, bodas… otro bautizo. Un aniversario. Once premios Nobel de Literatura, de Economía. Una burbuja de ladrillo e ignorancia. Una crisis… y otra. Rescates bancarios y de corsarios. Una nueva reforma educativa. Más muertos en el estrecho. Alopecias. Vejez. Once años después… la sentencia concluye que sí, que eran unos hilillos de plastilina los que asesinaron la costa verdecente. El tiempo siempre tan huidizo y relativo. La justicia, muchas veces, demasi...
Once años para dictar una sentencia. Un Xacobeo. Una niña de sexto de primaria. Media hipoteca. Un nuevo adulto. Un nuevo adolescente. Comuniones, bodas… otro bautizo. Un aniversario. Once premios Nobel de Literatura, de Economía. Una burbuja de ladrillo e ignorancia. Una crisis… y otra. Rescates bancarios y de corsarios. Una nueva reforma educativa. Más muertos en el estrecho. Alopecias. Vejez. Once años después… la sentencia concluye que sí, que eran unos hilillos de plastilina los que asesinaron la costa verdecente. El tiempo siempre tan huidizo y relativo. La justicia, muchas veces, demasiadas veces, tan incomprensible.— F. Javier Santos.