Seguir un sueño

Un año más se ha terminado la Selectividad. Miles de alumnos han podido superar estas pruebas tan duras y están buscando un hueco para ellos en la carrera de sus sueños. Unos quieren ser médicos, otros maestros, otros optan por la economía. Todos tienen ilusión de poder empezar a aprender lo que siempre han querido. A algunos les da igual irse más lejos porque no les llega la nota, simplemente quieren estudiar eso.

Las familias de muchos de ellos trabajarán día y noche a ser posible para que su hijo “siembre un futuro”. Pero ¿qué pasará cuando no puedan permitirse pagar esas elevadas ci...

Un año más se ha terminado la Selectividad. Miles de alumnos han podido superar estas pruebas tan duras y están buscando un hueco para ellos en la carrera de sus sueños. Unos quieren ser médicos, otros maestros, otros optan por la economía. Todos tienen ilusión de poder empezar a aprender lo que siempre han querido. A algunos les da igual irse más lejos porque no les llega la nota, simplemente quieren estudiar eso.

Las familias de muchos de ellos trabajarán día y noche a ser posible para que su hijo “siembre un futuro”. Pero ¿qué pasará cuando no puedan permitirse pagar esas elevadas cifras y no les concedan la beca porque su hijo no es un alumno de sobresaliente? ¿Acaso una persona que se esfuerza, pero no pueda llegar a más nota, tiene que dejar de seguir su sueño porque no puede pagarlo? Miro a mi alrededor, y veo muchos compañeros de carrera, amigos, conocidos que no hubieran podido estudiar sin esas ayudas económicas.

¿Qué será de España cuando solo puedan estudiar los alumnos de excelente? Prefiero no pensarlo.— Ana Castelló.