Regeneración democrática

Nací tras la Guerra Civil y sufrí las miserias de la posguerra. Salí adelante partiendo de cero, trabajando desde los 13 años y estudiando en horario nocturno. Devoraba todos los libros que encontraba y entreví que más allá de nuestras fronteras había algo que nos faltaba aquí: la libertad. Nadie puede valorar mejor la libertad que aquel a quien se la han prohibido.

Gracias al trabajo, la sociedad empezó a salir de la espesa niebla. De vez en cuando surgía algún caso de corrupción, que se atribuía a las ovejas negras que hay en todas partes. Pero parece que estas se reproducen con más f...

Nací tras la Guerra Civil y sufrí las miserias de la posguerra. Salí adelante partiendo de cero, trabajando desde los 13 años y estudiando en horario nocturno. Devoraba todos los libros que encontraba y entreví que más allá de nuestras fronteras había algo que nos faltaba aquí: la libertad. Nadie puede valorar mejor la libertad que aquel a quien se la han prohibido.

Gracias al trabajo, la sociedad empezó a salir de la espesa niebla. De vez en cuando surgía algún caso de corrupción, que se atribuía a las ovejas negras que hay en todas partes. Pero parece que estas se reproducen con más facilidad. La democracia no debe seguir esta dinámica, tenemos que expulsar de la política a los corruptos sean quienes sean. Las listas electorales deben ser abiertas. Debe haber transparencia y auditoría de las cuentas en todos los partidos y sus dirigentes; la obligación de mantener su programa electoral y, si no es así, convocar nuevas elecciones; la libertad de voto dentro del partido; limitar a un máximo de cuatro años la legislatura. Quizá no será la solución, pero será un gran paso para que el pueblo recupere la confianza en la democracia y se aleje del peligro de que un iluminado quiera sacar partido y nos devuelva a una oscuridad que parecía enterrada.— Valentí Miró Pla.