No sé de qué voy a vivir

En su artículo del pasado 26 de mayo titulado La larga sombra del franquismo historiográfico, me acusa Borja de Riquer de frivolidad por “sostener que en las dos zonas hubo una semejante planificación del terror”, en relación con las matanzas de la guerra civil. Lo que es una frivolidad es reducir a esa línea y cuarto lo que yo digo, que es mucho más complejo. Borja de Riquer no desmonta nada de lo que afirmo, pero sí dedica un buen espacio a afirmar sin rebozo que solo los que están a la izquierda del es...

En su artículo del pasado 26 de mayo titulado La larga sombra del franquismo historiográfico, me acusa Borja de Riquer de frivolidad por “sostener que en las dos zonas hubo una semejante planificación del terror”, en relación con las matanzas de la guerra civil. Lo que es una frivolidad es reducir a esa línea y cuarto lo que yo digo, que es mucho más complejo. Borja de Riquer no desmonta nada de lo que afirmo, pero sí dedica un buen espacio a afirmar sin rebozo que solo los que están a la izquierda del espectro político tienen razón cuando hablan de la República y la guerra (eso me salva) y a reivindicar el monopolio de la escritura de la Historia para los profesores de Historia. Hace pocas semanas, otro profesor llamado Ignacio Sánchez-Cuenca pidió que los periódicos no permitieran escribir de política a gentes como Félix de Azúa, Mario Vargas Llosa y yo, por falta de titulación. Entre unas cosas y otras no sé de qué voy a vivir.— Jorge M. Reverte.