Dinero de papá para que el heredero se libre de la cárcel

El hijo mayor del multimillonario brasileño Eike Batista, acusado del atropello mortal de un ciclista

Thor Batista, en el centro, en una imagen de su perfil de Facebook.

Thor, el hijo de 20 años del multimillonario empresario brasileño Eike Batista, puede acabar sentado en en banquillo de los acusados. ¿Delito?. Atropellar a Wanderson Pereira, un camionero de 30 años, cuando iba en bicicleta por una carretera a las afueras de Rio de Janeiro. Murió en el acto. Ahora, la policía acaba de enviar al Ministerio Público un informe según el cual, Thor podría ser declarado culpable por homicido culposo (no intencionado) a pesar de los esfuerzos de los ilustres abogados contratados por su ac...

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Thor, el hijo de 20 años del multimillonario empresario brasileño Eike Batista, puede acabar sentado en en banquillo de los acusados. ¿Delito?. Atropellar a Wanderson Pereira, un camionero de 30 años, cuando iba en bicicleta por una carretera a las afueras de Rio de Janeiro. Murió en el acto. Ahora, la policía acaba de enviar al Ministerio Público un informe según el cual, Thor podría ser declarado culpable por homicido culposo (no intencionado) a pesar de los esfuerzos de los ilustres abogados contratados por su acaudalado progenitor.

El accidente ocurrió el 17 de marzo pasado. Y desde el primer momento, un equipo de avezados letrados empezó a buscar un sinfín de intríngulis legales para que el primogénito de Batista, la séptima fortuna del mundo según la revista Forbes y la tercera, según declara él propio empresario, dé con sus huesos en la cárcel.

Thor es el hijo mayor de Batista, fruto de su matrimonio con la famosísima exmodelo, Luma de Oliviera, con quien se casó por la Iglesia hace 20 años después de anular su primer matrimonio. De Oliviera y Batista están ahora divorciados.

Entre los abogados de renombre figura hasta Thomas Bastos, exministro de Justicia del que fuera presidente de Brasil Lula da Silva, que lleva los casos más mediáticos e importantes del país.

Batista intentó enseguida resarcir económicamente a la familia del ciclista atropellado y pagó su entierro. Thor y su madre, incluso, declararon en público que habían rezado juntos por el alma de la víctima. Poco después, investigaciones no oficiales revelaron sorprendentemente que al camionero le habrían encontrado en la sangre el doble de alcohol permitido. Mientras que Thor, que venía de una fiesta con amigos y conducía su Mercedes-Benz SLR a 135 kilómetros por hora, solo habría bebido zumos.

Aquel sábado, Pereira, que cada día recorría ese camino en bicicleta para volver del trabajo, regresaba a casa después de comprar en una tienda los ingredientes para preparar una tarta para celebrar el cumpleaños de su mujer. Su cuerpo destrozado apareció a 85 metros de distancia del lugar del mortal accidente. Thor ha reconocido que ni se enteró de lo que había sucedido hasta que le informaron de ello. La disputa entre los abogados de Thor y los de la familia Pereira gira alrededor de si el ciclista iba por su carril o había invadido el lado contrario. El letrado de la víctima quiere esperar el fallo de la justicia antes de firmar ningún acuerdo de otro tipo. Eike Batista nunca ha dudado de la inocencia de su hijo. Para él, no solo no es culpable sino que el ciclista “pudo haber acabado con la vida de su hijo por imprudencia”.

No es eso, al parecer, lo que piensa la policía que ha visto indicios de criminalidad en un atropello que conmovió a la opinión pública brasileña por tratarse del hijo de uno de los empresarios estrella del país.

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