Brindis fiscales al sol
Francesc Homs, portavoz del Gobierno catalán, se desmarca de la "insumisión fiscal" de Girona, pero respeta la iniciativa
El Ayuntamiento de Girona se ha sumado a la campaña de “insumisión fiscal” del independentismo radical con una moción en la que insta a la Generalitat a establecer un protocolo que permita a los catalanes ingresar los impuestos del IRPF y del IVA en la Agencia Tributaria de Cataluña.
Como eso no depende de la Generalitat, la propuesta es en realidad un brindis al sol, pero ha mostrado una vez más la ambigüedad de CiU. Para que la moción fuera aprobada no bastaban los tres votos de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) y los dos de ICV. La moción prosperó gracias a la abstención de los 1...
El Ayuntamiento de Girona se ha sumado a la campaña de “insumisión fiscal” del independentismo radical con una moción en la que insta a la Generalitat a establecer un protocolo que permita a los catalanes ingresar los impuestos del IRPF y del IVA en la Agencia Tributaria de Cataluña.
Como eso no depende de la Generalitat, la propuesta es en realidad un brindis al sol, pero ha mostrado una vez más la ambigüedad de CiU. Para que la moción fuera aprobada no bastaban los tres votos de la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) y los dos de ICV. La moción prosperó gracias a la abstención de los 10 concejales de CiU y los 7 del PSC, un coqueteo con las campañas de agitación política del independentismo al que CiU nos tiene acostumbrados, pero que sorprenden algo más en el PSC.
Francesc Homs, portavoz del Gobierno de CiU, se apresuró a desmarcarse, pero también a expresar su “respeto más absoluto” por este tipo de iniciativas. Mociones parecidas se han aprobado en otros dos Ayuntamientos, el de Berga y el de Arenys de Munt, a los que hay que sumar la pintoresca campaña lanzada por un matrimonio de empresarios de Siurana (Priorat) que han decidido, ellos sí, hacerse insumisos fiscales y dejar de ingresar en la agencia estatal sus impuestos.
Así al menos lo han anunciado y han pedido a otros empresarios que hagan lo mismo. No despertó mucho entusiasmo el funambulismo de Homs en el consejero de Economía, Andreu Mas-Collell, pues si se extendiera la insumisión fiscal sería para la maltrecha Hacienda catalana como pegarse un tiro al pie.
Por eso se apresuró a advertir que, aunque Cataluña tiene cedido el 50% de la recaudación del IVA y del IRPF, quien recauda es la Agencia Tributaria estatal, que luego traspasa a la Generalitat las cantidades que le corresponden. Si los catalanes no pagan, Hacienda simplemente lo descontará.
Mal negocio. Y mal precedente. Porque si algunos catalanes se declaran insumisos porque no están de acuerdo con el “expolio” fiscal que según ellos sufre Cataluña, puede imaginar el consejero qué ocurriría si los funcionarios a los que ha recortado el sueldo dejaran de tributar porque no están de acuerdo con su política de recortes.