Condenado un comisario de policía por acoso sexual

La Audiencia Provincial le impone siete meses de prisión y el pago de 20.000 euros

El comisario de policía Mauricio M. L., de 58 años, ha sido condenado por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid a la pena de siete meses por un delito de acoso sexual a una compañera de trabajo. Durante este tiempo tendrá que estar separado del servicio. El funcionario tendrá que pagar 20.000 euros de indemnización y no podrá aproximarse a menos de 500 metros ni comunicarse con la víctima durante tres años, según el fallo.

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El comisario de policía Mauricio M. L., de 58 años, ha sido condenado por la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid a la pena de siete meses por un delito de acoso sexual a una compañera de trabajo. Durante este tiempo tendrá que estar separado del servicio. El funcionario tendrá que pagar 20.000 euros de indemnización y no podrá aproximarse a menos de 500 metros ni comunicarse con la víctima durante tres años, según el fallo.

La sentencia considera demostrado que el comisario principal -máxima categoría del Cuerpo Nacional de Policía- fue el jefe de la Unidad de Coordinación y Cooperación Internacional (UCCI) de la Subdirección General Operativa de la Dirección General de Policía en el año 2004. Se aprovechó de su superioridad jerárquica sobre las inspectoras de policía que allí trabajaban.

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Tenía que ser "muy buen en la cama"

En el trayecto de vuelta de una visita institucional, el comisario se abalanzó en el coche oficial sobre la inspectora Eva L. O. "Intentó besarla en la boca, a lo que esta se opuso, a pesar de lo cual el acusado le pidió que le diera un beso, ante lo que la mujer se bajó del vehículo y se fue a casa", según el fallo.

En otra ocasión, dio un beso en la boca a la inspectora Susana E. M. H. "en contra de su voluntad". También le expuso sus gustos sexuales y le dijo que tenía que ser "muy buen en la cama". También le hizo otros comentarios tendentes a establecer relaciones sexuales, lo que fue rechazado por la víctima.

"A partir de ese momento el acusado se mostró despótico y despreciativo con Susana, descalificando su trabajo. Eso sí, ese mismo mes la invitó a cenar en dos ocasiones, a lo que Susana se negó", añade el fallo.

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