SI YO TE CONTARA ... HISTORIAS DE LOS LECTORES

Opositar o hacer la maleta

Me entristece mucho que todo el trabajo que hacemos los jóvenes no se valore, no se potencie, y que las únicas posibilidades que nos queden sean opositar o irnos al extranjero

Resulta penosamente "reconfortante"comprobar que no soy la única precaria que se siente laboralmente desaprovechada. Agradezco enormemente que prestéis atención a este tema. Me llamo Isabel, tengo 30 y vivo en Madrid. Soy diplomada en Biblioteconomía y Documentación, y estoy a punto de licenciarme en Filología Hispánica, con una nota media que se acerca al sobresaliente, dentro de un amplio currículo.

En los inicios de mi vida laboral, mi currículo a los empresarios les parecía poco contundente, ahora les resulta demasiado grueso para contratarme, ya que creen que tendrían que pagarme m...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Resulta penosamente "reconfortante"comprobar que no soy la única precaria que se siente laboralmente desaprovechada. Agradezco enormemente que prestéis atención a este tema. Me llamo Isabel, tengo 30 y vivo en Madrid. Soy diplomada en Biblioteconomía y Documentación, y estoy a punto de licenciarme en Filología Hispánica, con una nota media que se acerca al sobresaliente, dentro de un amplio currículo.

En los inicios de mi vida laboral, mi currículo a los empresarios les parecía poco contundente, ahora les resulta demasiado grueso para contratarme, ya que creen que tendrían que pagarme más ?????¿¿¿¿¿

Este es ya mi segundo año trabajando como becaria en el Ministerio de Cultura. ¿Cómo no van a aprovecharse de nosotros los empresarios si el propio Estado nos contrata como becarios siendo titulados? Llevo a las espaldas, entre una y otras becas, más de cuatro años de trabajo sin cotizar, y es bastante frustrante ver, cómo, amigos que tengo que han hecho un FP ganan más de dos mil euros; por ahora no le veo recompensa económica, ni social, ni laboral a mi esfuerzo.

Vista la situación, la única salida para seguir viviendo en este país parecen las oposiciones, ya que tras haber sido becaria (como no) de investigación en el CSIC, mi tutor, el pobre hombre me comentaba que era muy bonito hacer el doctorado con otra beca durante cuatro años, pero que lo que venía después eran más becas y más precariedad laboral.

Me entristece mucho que todo el trabajo que hacemos muchos jóvenes no se valore, no se potencie, y que las únicas posibilidades que nos queden sean u opositar o hacer la maleta para marcharnos al extranjero, donde saben muy bien aprovechar los cerebros españoles. La tercera posibilidad es seguir viviendo de las becas ad eternum (y gracias mil).

Archivado En